La Regina y los propósitos

'Con que tus problemas duren tanto como tus propósitos de Año Nuevo, ya es ganancia'.

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Viernes de limpieza y la visita de la Regina a ayudar. Viene presumiendo su “esbéltico cuerpo”, como ella lo llama; apenas cubriendo sus vergüenzas. Sólo de verla, además de imaginar, la razón nos recuerda que una conciencia limpia es signo inequívoco de una mala memoria.

“Buenos días, Don”. “Hola, Regina. Que tengas muy buen año”. “Ojalá, Don. Si el 2015 fuera una persona, levantaría un acta en contra de ella por abuso de confianza y maltrato”. “Exageras, Regina”. “Este año le pedí a Dios que engordara mi cuenta de banco y adelgazara mi cuerpo. Le rogué que no se confunda como los últimos años, que lo manda alrevés”.

“Mira Regina, con que tus problemas duren tanto como tus propósitos de Año Nuevo, ya es ganancia”. “Eso sí. Ya ve lo que dicen, que los optimistas se esperan hasta las doce para ver cómo comienza el año y los pesimistas se esperan hasta las doce, sólo para asegurarse que se acabe el año”. “Hay que dejar los vicios, Regina”. “Un compadre dejó de fumar, dejó el sexo, el alcohol y el exceso de comida”. “¿Y cómo le fue?”. “Cambió su vida, Don. Fue súper sano y saludable”. “¿Fue?” “Sí, se suicidó al poco tiempo. Pero fue muy sano hasta el último día”.

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