Llega la Regina caminando con la mirada de todos en su cuerpo; tan concentrada en su celular que chocó con uno de los vecinos

. “Aquí estoy, Regina. Te quedan dos deseos. ¿Y si el segundo es que nos detenga la policía por alterar el orden púbico?”. “Me encanta lo que ha hecho con su cabello, Don Fer”. “¿En serio?”. “Sí, cuénteme cómo le hace para que le salga por la nariz y las orejas”... “Regina, no camines viendo el teléfono”. “Me incluyeron en la página ‘chismes del pueblo’ y publican todo el tiempo, Don.

Ahora sé que el comisario está enfermo. Publicó una foto que dice: ‘Lo que acaba de pasar en el baño, no tiene número’ y cada vez que alguien escribe ‘Ja ja ja’, suena el teléfono.

Luego su esposa, que está con él, escribe: ‘Te dije que era más seguro comerte los 5 pesos, que esos tacos de a 5 pesos´, y uno por uno, vuelven a poner ‘Ja ja ja’… y son como 300 vecinos… es una pesadilla, Don”. “Salte de la página”. “No Don, se enojarían todos. Ya ve cómo son las redes sociales”. “Pues sí, Twitter te hace creer que eres sabio, Instagram que eres fotógrafo y Facebook que tienes amigos”.

“Dicen que las redes sólo crean estúpidos, Don”. “No, no los crean, sólo los hacen más visibles, Regina”.