El regreso del gángster

Es una novela del autor rumano Virgil Gheorghiu que narra la historia de Maximilien Perahim, un gángster que ha seguido los pasos de su padre...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Admito que lo hice mío y que dentro de las decisiones del día se encontraba contemplada la necesidad de tener algo nuevo que estuviera lejos de una lista pendiente y existente que de momento se volvió limitante. Quería leer algo desconocido para mí. 

Nunca antes lo había visto entre los libros de la familia ni tenía recuerdos visuales de él; entonces resultaba perfecto. Ante la extrañeza de un primer encuentro, y en un movimiento manual para pasar la primera hoja, una letra cursiva familiar rompió todos los límites posibles entre él y yo. Es la letra de mi abuela, nombrando a sus hijos en tinta azul cuando une sus apellidos a los de mi abuelo. Una suerte de guiños atemporales.

El regreso del gángster (1975) es una novela del autor rumano Virgil Gheorghiu que narra la historia de Maximilien Perahim, un gángster que ha seguido los pasos de su padre y, por un momento en la historia, ha sido el rey de las afueras de Bucarest. Un ambiente donde la sociedad aborrece a la policía y a las fuerzas gubernamentales; nadie delata y todos defienden. Los móviles de la historia son la salida de la cárcel tras diez años, el reencuentro con la madre y un amor pasado pero constante, la búsqueda de la estabilidad emocional y económica a través de habilidades ebanistas reconocidas, y un esfuerzo por alcanzar la virtud humana y aliviar el interior atormentado.

¿Qué nos mueve? La historia de un gángster reformado, una promesa personal para no caer en lo mismo, para no traicionarse porque los miedos se graban en la piel; no queremos estar ahí de nuevo. Los infiernos son universales pero subjetivos. Sin darnos cuenta, las letras nos invaden y perdemos el control sobre lo que sentimos, reaccionamos ante lo que sucede. 

Aceptamos como posible el hecho de que podemos, realmente, matar a alguien con nuestras palabras y que de los mismos labios puede surgir una confesión amorosa antes negada. En este libro hay melancolía con tonos de impotencia, pero también hay amor. Se agradece.

Lo más leído

skeleton





skeleton