En nuestro camino a la vejez es de vital importancia recordar que envejecer más tarde o más temprano depende de nuestro sistema inmunitario o de defensa. 

Algo que tenemos muy a la mano para fortalecer nuestras defensas es llevar una dieta rica en:

-Vitamina E, que es esencial para el mantenimiento de la salud del sistema inmunitario. Un puñado de almendras al día nos dará suficiente cantidad de vitamina E.

-Vitamina C, que encontramos en las guayabas, naranjas y otros cítricos que son su fuente natural.

-Zanahorias y otras verduras de colores rojo, naranja y verde oscuro, que contienen carotenos que al convertirse en vitamina A en el hígado, lo fortalecen. Asimismo, protegen la glándula timo que produce linfocitos que fortalecen la inmunidad y previenen atrofias por envejecimiento.

-El zinc es catalizador del sistema inmune que mata agentes patógenos y es necesario para que los glóbulos blancos realicen sus funciones. El maní, mantequilla de maní, legumbres y carne oscura de pollo, de res y de cordero son excelentes fuentes de zinc. 

Jovencitos, cuidemos nuestra dieta, ya que retrasar nuestro reloj del envejecimiento significa vivir más años con una mejor calidad de vida.