'El renacido': violencia con talento

Un largometraje redondo, absolutamente recomendable para quienes no le temen a las imágenes fuertes, que seguramente le hará pasar un rato de tensión visual digno de disfrutar.

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No cabe duda que nadie puede desprenderse del todo de sus orígenes, menos aún cuando no es necesario hacerlo y, con mayores razones, cuando ha sido una fórmula que le ha funcionado como director. Me refiero al cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, quien desde “Amores Perros” ha dejado bien claro que la violencia gráfica moderada, con un sentido de crítica social, puede ser una herramienta fantástica para atraer a la gente al cine, como nos demuestra en su más reciente filme “El renacido”.

El largometraje, que como antecedente tiene el enorme reconocimiento popular de los Globos de Oro, intenta -y lo consigue- construir a un personaje de dimensiones casi épicas, que vuelve a la escena después de una muerte prácticamente inminente, un relato desgarrador, retomado de una historia real.

Una secuencia que abona al círculo violento propuesto de González Iñárritu y que sienta las bases del argumento nos muestra a un oso atacando a nuestro protagonista, devastando sin piedad su débil humanidad y sentenciando la línea de crudeza que veremos en el resto del filme.

La estética visual, como prácticamente todos los trabajos de Emmanuel “Chivo” Lubezki, se balancea en los límites de lo fantástico y lo genial, dejando claro que el cinefotógrafo mexicano se ha convertido desde hace muchos años en un maestro de la lente. Una muestra de que su calidad ha subido de tono de manera paulatina, desde “New World” –dirigida por Terrence Malick en 2005-, que resultó algo muy similar a esta última cinta; usando únicamente luz natural en ambos casos y jugando con el agreste entorno, consigue un resultado simplemente impresionante.

Otro aspecto que llama la atención del filme es el trabajo histriónico de Leonardo DiCaprio -interpretando a Hugh Glass-, situación que ha causado mucho revuelo, pues algunos manejan que no existe rival que consiga el Oscar por su participación en “El Renacido”. Si bien es quien tiene los reflectores, la participación de Tom Hardy –personificando a John Fitzgerald- no demerita en nada la dinámica favorable de la película.

En suma, un largometraje redondo, absolutamente recomendable para quienes no le temen a las imágenes fuertes, que seguramente le hará pasar un rato de tensión visual digno de disfrutar.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o ingrese a www.facebook.cominematografoCeroCuatro/

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