En estos tiempos y en los de nuestros padres y abuelos la frase es: "nada es como antes", y no efectivamente las cosas van cambiando, ¡pero no cambian solas!, nosotros hemos hecho esos cambios, no sólo hemos cambiado de manera de pensar, parece que los años que van pasando nos van quitando hasta las buenas costumbres, ¡y hasta las tradiciones!

La educación para los niños no es la misma, y aunque creo que ahora hemos dejado de ser tan estrictos y les damos una educación más relajada, tomando más en cuenta sus gustos y su manera de pensar, no siempre ha resultado lo más conveniente.

Creo que a veces si necesitamos un poco de mano dura, y no me refiero a los golpes bárbaros, pero lo que antes solucionaba una nalgada ¡ahora nos lleva hasta el consultorio de un psicólogo! Por otro lado las mujeres extrañamos la caballerosidad de un hombre, los detalles que nos hacían sentir protegidas, pero al parecer, la situación que nos obligó a tener igualdad de responsabilidad con ellos, terminó con esos detalles.

El que las mamás ya no podamos darnos el lujo de quedarnos en casa a la sola atención de la familia, es también un cambio para nuestros hijos que han padecido el que esos tiempos cuando llegaban de la escuela y estaba la mesa puesta con la comida casera de mamá lista ¡se ha perdido! Así que al parecer todo por necesidad y falta de tiempo, el correr de un lado a otro para alcanzar a cubrir las actividades de todos los miembros de la familia nos ha desconectado y eso sin contar con lo que mencionaba la semana pasada que nos hemos conectado más con el internet y un mundo virtual en el que ya casi ni nos interesa el estar solos, tenemos tanto qué ver y tanto qué navegar, que al contrario, ¡nos estorban todos los demás!

Si eres de los que extrañan los tiempos pasados, no es que vayas a empezar una lucha contra el mundo, simplemente vuelve a ser dueño de tu mundo, y date tiempo para una mejor calidad de vida, no pierdas las costumbres de escuchar más a tu corazón, hay muchas cosas que aún podemos rescatar. Aquí lo que debemos tener es voluntad y tomar ese tiempo que ¡sólo nosotros dejamos escapar!

Con tanta tecnología que tenemos debería ser al contrario, deberíamos tener más tiempo, pues las cosas son más fáciles.

¿Ya te fijaste tú para donde te estás enfocando; la fuga de tu tiempo valioso a dónde se está llendo?, porque realmente es eso, una fuga de tiempo o falta de ganas.

Si nos bajamos un rato de este tren tan acelerado para reflexionar sobre todo esto, será que podremos volver a ser más dueños de nuestro tiempo y nos lleve a volver a hacer lo que tanto nos gustaba.

¡Piénsalo, las cosas no "cambian", las cosas las hacemos nosotros mismos!