Los residuos metropolitanos

En Mérida, por la exposición de nuestro acuífero subterráneo, deberíamos avanzar a un sistema metropolitano de alta calidad y eficiencia, empezando por la educación de toda la población.

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Tengo vivo el recuerdo de que hace ya 30 años el Ing. Herbé Rodríguez Abraham, alcalde de Mérida, me invitó a venir a nuestra ciudad (yo vivía en la capital) a ayudarle a establecer un proceso para resolver el problema de los tiraderos de basura de la ciudad; aunque yo conocía los tiraderos de Santa Fe y Bordo de Xochiaca, del entonces Distrito Federal, mi impresión al visitar el tiradero ubicado en el predio que hoy ocupa el CRIT fue realmente impactante. Fue entonces cuando  se inició el proceso, continuado por los siguientes alcaldes, que llevó a la construcción de una planta de reciclaje, un relleno sanitario y un incinerador de residuos hospitalarios, puestos en servicio durante el primer gobierno de Ana Rosa Payán.

Desde entonces, si bien contamos con un relleno sanitario que en sus primeros años de operación fue considerado de los 5 mejores de América Latina, a la fecha vamos por nuestra cuarta planta de separación, la cual está fuera de servicio, de modo que el reciclaje que se efectúa de manera parcial es gracias a la ilegal pepena. 

Pero lo más cuestionable es que en la zona metropolitana de Mérida cada municipio cuenta con su propio equipamiento de disposición final, que en su mayoría son instalaciones contaminantes de agua, aire y suelo, con sistemas insuficientes de limpieza  y recolección.

Si volteáramos la vista a las principales zonas metropolitanas de México nos encontraríamos con sistemas metropolitanos de recolección, acopio, recepción, transporte, reciclaje, almacenamiento adecuado, aprovechamiento, comercialización y confinamiento adecuado, y en algunos casos con generación de energía; por ejemplo, el Simeprode de la zona metropolitana de Monterrey produce energía para abastecer a 15,000 casas de interés social, resolviendo un problema ambiental y generando un beneficio económico.

En Mérida, por la exposición de nuestro acuífero subterráneo, deberíamos avanzar a un sistema metropolitano de alta calidad y eficiencia, empezando por la educación de toda la población, a fin de acabar con los tiraderos por todos los espacios urbanos y avanzar a una correcta separación, almacenamiento y entrega de los residuos a los servicios de recolección o en centros de acopio. Estamos atrasados, pero a tiempo.

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