Hay premios que se dan a una cabeza pero que en realidad reconocen más allá de quien lo recibe. Es el caso del Hadrian Award, que hoy recibirá en una cena de gala en Nueva York Roberto Hernández Ramírez, exdirector general de Banamex y fundador de Fomento Cultural Banamex.

Dedicado a la filantropía y el mecenazgo de artistas y artesanos, Hernández también es una figura relevante de la Fundación de Monumentos del Mundo (WMF, por su sigla en inglés), que promueve la entrega del premio.

Me cuentan que no es un autohomenaje ni que WMF peque al reconocer a alguien de casa. El mexicano, poseedor de una fortuna de mil 300 millones de dólares (Forbes), es uno de los miembros del directorio de esta organización y figura en su primera línea de donantes (entre 100 y 999 mil 999 dólares anuales) y los que saben afirman que el hacer de Hernández ha sido fundamental para rescatar incontables bienes muebles e inmuebles en México y el mundo.

Aunque nunca ha dejado de participar en las decisiones de Fomento Cultural Banamex, el ex banquero lleva varios años dedicado al rescate de las haciendas henequeneras de Yucatán. En la península, el empresario preside a la firma de viajes de lujo Carherwood Travels, muy metida en proyectos de experiencia turística en la que participan comunidades locales.

La gala se llevará a cabo en The Plaza, en sí mismo un monumento al lado del Central Park. Tras la gala habrá una after party organizada por Karla Martínez de Salas, de la revista W, el perfumista Carlos Huber y el diseñador Rolando Santana. La invitación que me llegó indica que será una “noche de cocktails y canapés”.

La gala y el after son considerados un must por los medios sociales de Nueva York, que describen la entrega del Hadrian como un premio al compromiso de Hernández por “preservar la herencia cultural de su país, así como su apoyo al desarrollo sustentable”, informó New York Social Daily.

El premio, dice la presidenta del WMF, Bonnie Burnham, se le da cada año a “un líder global que trabaje en la promoción del entendimiento, la apreciación y la preservación del arte y la arquitectura mundial”.

La gala del Plaza tendrá un toque mexicano.