El robo de tu tranquilidad
La Cámara de Comercio de Mérida ha solicitado a la Fiscalía y al Poder Judicial del Estado desarrollar criterios de reincidencia para los ladrones.
El robo tiene varias agravantes y formas de operar, puede ser a empresas o personas. Los ladrones pueden ser capturados durante el robo o por investigación o declaración de testigos; sin embargo, todos comparten una realidad ante las leyes: no son graves.
Esto significa que, al ser considerado delito no grave, el ladrón puede seguir el juicio libre, pero, al no ser capturado en el momento del robo y no tener el objeto del hurto, los juicios pueden durar meses y luego lo sueltan por falta de elementos (condenatorios). Pero si se le captura durante el robo, o se descubre lo robado, sólo tiene que devolver el botín y queda libre.
Esto provoca una gran industria de robos que se esconden bajo el manto evasivo y dilatorio de los procesos legales y que es un gran negocio bajo la premisa de que, si roban 10 veces, los capturan tres y devuelven lo robado, reitero, y salen libres y con grandes ganancias.
La Cámara de Comercio de Mérida ha solicitado a la Fiscalía y al Poder Judicial del Estado desarrollar criterios de reincidencia, es decir, aunque el juez no declare culpable al ladrón, si es capturado por el mismo delito más de tres veces considerarlo como delincuente peligroso y dejarlo en la cárcel hasta que termine su proceso legal.
Pero lo más importante es tratar el robo a casa habitación como grave, ya que los robos corporativos y hasta los personales dañan el patrimonio o lastiman a una persona (si es con violencia), pero cuando es a casa habitación el daño psicológico en la percepción de inseguridad es devastador para la familia, entre los que siempre hay menores de edad cuyo daño es para toda la vida.
Para agravar más la situación, cuando los capturan empiezan a llamar a los familiares de la víctima y amenazar para que retiren la demanda, causando más daño y pánico entre los miembros de la familia más susceptibles que son mujeres y niños.
Estos robos son la causa más común de delitos en México, no son responsabilidad de los policías, éstos son los más frustrados, ya que siempre capturan a las mismas personas y esto se repite en toda la Península, en robos a hoteles en Playa del Carmen, en robos náuticos en Progreso y Cancún, en robos a colonias populares de Cancún y Mérida.
La responsabilidad directa no es de las leyes, sino de los jueces que tienen toda la autoridad para analizar la reincidencia y considerar grave el robo a casa habitación, donde, si los autores son capturados, deben ser condenados sin demanda de los afectados para que se de paz a una vieja y sangrante herida social que con voluntad del juez se puede solucionar.