No tengo muchos antecedentes de una representación tan solitaria como la que padecerá de nuevo el perredismo en la próxima Legislatura, donde el PRI tendrá un poderío con dimensiones infinitas, si acaso turbado por la bancada panista que contará con la  representación menos anémica, con tres diputados del norte.

Pero el PRD tendrá tan sólo al diputado pluri Jorge Carlos Aguilar Osorio, quien responde a los intereses del alcalde perredista de Cancún, Julián Ricalde Magaña. Por ello el perredismo retrocedió a la edad de piedra, con un solitario diputado que tendrá que sumarse a la bancada panista si desea abandonar el anonimato, pero sin posibilidades de encabezar algo o reorientar la agenda.

Recordemos que en 1990 el Partido de la Revolución Democrática tuvo su primera  representación en el Congreso local, con dos diputados plurinominales explosivamente combativos: Ricardo Arias Flores y Luis Armando Gómez Sosa.

Ahora el perredismo quedó reducido a la mitad, atrapado en una pesadilla que lo ha condenado de nuevo a codearse con el resto de la chiquillada que hace una pachanga con su pluri: Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo (PT).

Acariciar a Cancún, desairando al resto de los municipios, fue un error descomunal cometido por el alto mando del PRD, ubicado no precisamente en su dirigencia, sino en la presidencia municipal de ese polo turístico. Pero además sus altos mandos en la dirigencia se dedicaron a dar latigazos a los contados perredistas que intentaron mantener a flote la bandera del “sol azteca”, sacrificándolos para preservar una coalición de facto con el PAN que fue letra muerta, pero con capacidad para desorientar y desmoralizar a votantes y simpatizantes.

Al PRD también le fue mal en la asignación de regidurías, manteniendo una tibia  Representación en los Ayuntamientos de Othón P. Blanco (Chetumal) y Bacalar, tendencia similar en el resto de municipios y que puede ser el escenario idóneo para el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) comandado por Andrés Manuel López Obrador.

En el capitalino al PAN le fue mucho mejor, gracias a la campaña competitiva efectuada por José Hadad Estéfano. En Bacalar al PT también le fue muy bien, con Rivelino Valdivia Villaseca como candidato. Pero en estos municipios el PRD tuvo una participación caricaturesca.

La oposición panista y perredista fulminada y que desde el más hediondo camastro de hospital lanza lamentos y maldiciones, cayendo en un estado de frecuente somnolencia con ocasionales delirios febriles.

Esta oposición con muletas y brazo en cabestrillo ataja que acusará al PRI ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya que conoce a la perfección el comportamiento del fortachón del barrio, acostumbrado a arrebatar todas las canicas.

Pero a fin de cuentas el PRD cosechó lo que sembró, impulsado por mediocres estrategas que dieron prioridad a sus intereses mezquinos. Y ahora llegó la hora de los verdaderos perredistas, quienes deben reconstruir entre ruinas y sin dinero

Profesores delincuentes 

Leonardo Zapata Nicole, profesor de Educación Especial, fue detenido en Chetumal por la Policía Judicial del Estado cuando pretendía cobrar 15 mil pesos por la venta de un examen.

Este profesor vendía exámenes y promociones de Carrera Magisterial, pero es defendido con uñas y dientes por Jesús Sánchez Alcocer, Delegado Sindical de la D-I-15.

Un grupo de vividores del magisterio defiende su mina de oro y mantiene parasitado al sector educativo, atentando contra su calidad y defendiéndose con toda su energía. La Secretaría de Educación, Sara Latife Ruiz Chávez, tiene una tarea muy delicada, ya que batalla contra muchos intereses creados.

La mina de oro del SNTE empieza a derrumbarse, y todo es cuestión de continuidad para no ceder a los chantajes y presiones de un grupo de vividores que han atentado contra la  educación.