Con tal de amarrar la alianza con el PRD, la dirigencia estatal del PAN tendrá que sacrificar a una figura que cuenta con mayor presencia en Cancún, como lo es Marybel Villegas Canché, quien fue diputada local del PRD de 2005 a 2008, dando un salto no tan común porque  regularmente los políticos saltan del PRI al resto de los partidos.

Y si bien Marybel Villegas fue derrotada por la perredista Graciela Saldaña Fraire, hay que tomar en cuenta que el huracán AMLO hubiera sido capaz de darle el triunfo incluso a Víctor Viveros Salazar, un nacido para perder.

Ya fuera del escenario de la elección federal de 2012, Marybel Villegas es un valor para ser tomado en cuenta y perseverar en su defensa, pero en cambio la dirigencia panista acepta sacrificar a Marybel con tal de consolidar la alianza con un PRD que necesita del PAN para retener la alcaldía de Benito Juárez.

Habrá que ver si Marybel Villegas se queda con los brazos cruzados, ya que tiene un potencial que puede aguar la fiesta de la alianza que será encabezada por el PRD, cuya prioridad se agota en Cancún.

Las dirigencias del PAN y PRD debieron definir el reparto de candidaturas a nivel de encuestas para medir su posicionamiento real.

Pero el PRD se ha apoderado de la candidatura a la presidencia municipal de Benito Juárez, entregando municipios menos atractivos, como el capitalino de Othón P. Blanco.

Othón P. Blanco es menos atractivo en gran parte porque pase lo que pase el PRI parte como favorito natural, ya que su estructura lo ha sacado a flote en procesos más competidos.

Y con esto no estoy afirmando que la elección aquí sea un día de campo, ya que el PRI tendrá que aplicarse a fondo para retener esa posición que huele a herencia maldita.

En cuanto al PRI, todavía no hay señales de definición de la candidatura a la alcaldía capitalina, aunque Ángel Rivero Palomo y el diputado Manuel Aguilar Ortega se mantienen en primera fila. Pero la elección de candidato dependerá del desafío opositor.

¿Brigadas del Bienestar en la Alameda?

El abandono del parque de la Alameda es tan extremo que deportistas y madres de familia han pedido la intervención de las Brigadas del Bienestar, del gobierno del estado. Pero lo insólito es que este parque se ubica nada menos que a un costado el Palacio Municipal de Othón P. Blanco, sobre la avenida Álvaro Obregón.

Un grupo de aficionados que regularmente acuden a echar la “cascarita” a la cancha de basquetbol me comentó esta petición que me parece inaudita, ya que las Brigadas del Bienestar estarían entrando hasta la cocina. Y no dudo que la dirección de Servicios Públicos Municipales reaccione con cinismo, cruzándose de brazos como han hecho hasta ahora.

Incluso, los juegos infantiles están deteriorados, poniendo en riesgo la integridad de los niños. No me sorprendería ver a los brigadistas en acción en este parque donde algunos alcaldes han rendido su informe, incluido Eduardo Espinosa Abuxapqui.

El drama de un jubilado

Los jubilados en nuestro país son un sector en el olvido, condenado a subsistir en la miseria con enormes penurias. Para nuestros políticos insensibles se trata de un segmento sin la menor importancia, desechable.

Este domingo conviví con un jubilado que laboró en el Servicio Postal Mexicano, y que cada fin de mes recibe 2 mil 600 pesos, cantidad irrisoria que a duras penas medio alcanza para lo básico.

“En el cheque que me entregan me aconsejan que ahorre. Ni la burla perdonan, porque este dinerito se me va de golpe. No comprendo cómo pueden ser tan insensibles. Me gustaría que uno de nuestros diputados federales tuviera este ingreso por una semana, a ver si puede salir adelante. Creo que en una simple comidita se les va este dinero”, explicó el señor con sus achaques de la edad.

En otro tema, este martes Rodolfo Vallín Lugo tomará posesión como delegado del Registro Agrario Nacional (RAN).