Sacrificio inútil con el huso horario

El huso horario impuesto a Quintana Roo es un sacrificio inútil...

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El huso horario impuesto a Quintana Roo es un sacrificio inútil, ya que la mayor carga la soporta la población estudiantil y la clase trabajadora obligada a madrugar encendiendo luces en el hogar para combatir la penumbra. En este caso expongo mi postura, sin contar con cifras e indicadores que confirmen beneficios tangibles en nuestra egoísta industria turística de la zona norte.

Los diputados de todos los partidos en la Cámara de Diputados tomaron esa decisión en nuestro nombre, un cuatro de diciembre de 2014. Pero los beneficios de la conectividad aérea con el este de Estados Unidos tan sólo duraron 40 días, ya que los vecinos en esa zona adoptaron su horario de verano, adelantando otra hora su reloj y dejando en ridículo a los promotores de la iniciativa y a quienes la aprobaron por consigna.

Desnudados por la realidad y con tal de recuperar la evasiva conectividad, nuestros políticos jugaron con la posibilidad de atrasar una hora más el reloj para que Quintana Roo tuviese un adelanto permanente de dos horas en temporada otoñal e invernal, quedando fija el resto del año. Si, los niños entrarían a clases a las cinco de la mañana, mientras los funcionarios y diputados apenas se rendían ante Morfeo. Pero esa locura quedó en proyecto.

De todos modos este huso horario impuesto por nuestro bien es pesadísimo para los niños que entran a clase a las seis de la mañana, el horario natural y vigente desde este domingo en Campeche y Yucatán. Es tan inhumano e inútil el castigo a nuestros estudiantes de nivel básico; porque los beneficios permanecen ocultos y no hay tal ahorro en el consumo de electricidad.    

De Laura Fernández y los demás alcaldes

El primer mes de los 11 alcaldes lo cumplieron ayer y no se ha notado, con excepción de la sorprendente alcaldesa de Puerto Morelos, la neo verde ecologista y ex priista Laura Lynn Fernández Piña, quien ha destacado con dominio de agenda en esa posición, superando a la despectiva alcaldesa panista de Cozumel, Perla Cecilia Tun Pech.

Gran parte de los antecesores –como en Solidaridad y Bacalar– dejaron cada palmo de terreno destruido, pero los nuevos alcaldes están obligados a reconstruir a marchas forzadas, desarrollando sus planes de trabajo en un escenario de postguerra.  

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