Salud
Vale la pena el esfuerzo de posicionar a Yucatán como un destino de turismo médico.
Se dice que no se aprecia algo hasta que lo hemos perdido, y aunque usamos esta sentencia en diferentes situaciones, es particularmente aplicable a la salud humana, una de las posesiones más valiosas que debe atesorar un individuo.
Ser una persona saludable es un concepto muy amplio. No se trata únicamente de ser una persona que no se enferma nunca, lo cual es un decir porque eso no existe, o que se enferma poco, sino que estamos hablando de un estado físico, mental y espiritual, que permite a una persona desarrollar su potencial al máximo, de manera cotidiana y estando inmersa en una gran diversidad de situaciones o circunstancias que la limitan o condicionan para bien o para mal.
Hace unos días se presentó a Yucatán como un destino de turismo médico, un proyecto desarrollado por las secretarías estatales de Salud y Fomento Turístico. Se trata de ordenar, consolidar y mejorar algo que ya ocurre en Yucatán, que es el hecho de que personas de otros estados o inclusive de otros países vengan a Mérida a realizarse procedimientos quirúrgicos, odontológicos, estudios especializados, o simplemente atenderse ciertos padecimientos que les permitan recuperar la salud.
Usando términos económicos, diríamos que el “mercado” existe, pero hasta hoy sin controles, estadística, planeación, dirección, promoción. Y eso es precisamente lo que se desea resolver.
Y en este sentido, el proyecto me parece muy bien conceptualizado, me dio la impresión de que se ha hecho una muy buena labor de inteligencia económica, se ha asistido a ferias y congresos para promocionar el destino, se ha realizado y continúa una labor de registro de médicos que va más allá de “llenar un formato”, se integran al proyecto prestadores de servicios, hospitales y facilitadores, y todo se integra en una plataforma digital cuyo eje es un sitio web bien diseñado y funcional.
Me tomo el atrevimiento de recomendar algunas áreas de oportunidad que los líderes de este proyecto podrían desarrollar: me parece que más allá de poner orden y control como base de un crecimiento que llegará con el apoyo de una buena directriz de promoción, sería fantástico que además se diseñara un proyecto de una gran “Ciudad de la Salud”, un espacio urbano en algún sector de la ciudad, que específicamente contemple la construcción de nuevos y mejores hospitales, en donde puedan establecerse empresas prestadoras de servicios relacionados, que contemple todo el equipamiento urbano necesario, y que éste sea de muy alta calidad.
También podría a mediano plazo explorarse el mercado de la prevención y la calidad de vida, que se establecieran “Centros de Bienestar” o “Wellness Centers” como les llaman en otros países, que son una especie de estancias temporales en donde mientras al paciente se le realizan estudios, se le diseñan e implementan planes de alimentación, terapias, o rutinas de ejercicio, puedan paralelamente realizar actividades recreativas o turísticas.
Creo que vale la pena el esfuerzo de posicionar a Yucatán como un destino de salud, bienestar y calidad de vida.