Salud y deporte

Lo que sí podemos sacar de provecho de esta tragedia es que muchachos como 'Carach', así como adultos, de cualquier sexo, eviten irse de este mundo al momento de practicar su deporte favorito.

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Un suceso lamentable llama la atención de este aprendiz de comunicador. El sábado anterior, falleció César Adrián Collí Puc, un chavalón de apenas 18 años de edad. Su muerte no ocurrió en accidente carretero alguno, no se suicidó y tampoco se cayó, por error involuntario, a un pozo. Simplemente se le desconectó el 'swicht' de su corazón y allí quedó. Y literalmente allí quedó, pues minutos antes jugaba una cascarita de fútbol de salón en una cancha de Ticul, en un torneo organizado por la Secretaría de la Juventud.

El chamaco era nativo del municipio de Santa Elena y era más conocido por el mote de 'Carach'; así le solían decir, en vida, sus cuates y familiares. Su pérdida, física representa un gran vacío para sus familiares, amistades y para quienes tuvieron el gozo conocerlo y tratarlo.

No era político, quizá un adolescente cruzando la mayoría de edad, y chance con otras virtudes que lo habrían llevado a ser una persona exitosa a futuro. Nunca lo sabremos, pero lo que sí podemos sacar de provecho de esta tragedia es que muchachos como 'Carach', así como adultos, de cualquier sexo, desde hombres y mujeres, hasta los 'invertidos(as)', como suelen llamarle en otras zonas del país a los gays y lesbianas, eviten irse de este mundo al momento de practicar su deporte favorito, al menos alguno que implique un fuerte desgaste físico.

O sea, no hay que irse por los rollos; se trata de agarrar al toro por los cuernos y certificar que las personas que gusten del fut, beis, básquet, voli y hasta de las carreras atléticas, y cualquier disciplina que haga mover el 'body', estén aptas para hacer lo que quieran hacer.

Se trata de movilizar a un buen lote de personal de diversas dependencias gubernamentales como Salud, Deportes, Juventud, por lo menos, para instaurar como obligatoria una serie de exámenes médicos que certifiquen que el niño, adolescente, joven, adulto y hasta de la tercera edad, que desee entrarle a determinado torneo amateur, semiprofesional o profesional, esté correctamente de salud y no sufra de enfermedades cardiacas, de presión elevada y/o baja, insuficiencia pulmonar o algo que mine su estado físico y mental.

Quizá se trate de una situación mayúscula, sobre todo por la cantidad de torneos que se efectúan en Mérida y en los otros 105 municipios de Yucatán, pero por algo se tendría que empezar. Es casi imposible certificar las 'cascaritas', pero, mínimo, los torneos de futbol de Primera y Premier; los numerosos eventos de béisbol y otros tantos de más disciplinas deportivas. De eso se trata, de evitar que los deportistas fallezcan por algún padecimiento, mal o enfermedad que ellos mismos sabían que derivaría en un riesgo para la salud.

PRIMERA CAIDA.- Quizá, antes de que culmine la actual gestión gubernamental, el Instituto del Deporte del Estado de Yucatán (IDEY) programe algunas acciones que se consoliden a futuro.

SEGUNDA CAIDA.- Los mismos deportistas han aclarado, con precaución, que no hay siquiera una 'inche' ambulancia para traslados de emergencia.

TERCERA CAIDA.- Que la muerte de 'Carach' –un civil común y corriente- no sea en balde.

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