Mare se antoja ir a un baile, pero acompañado de la bella Regina, esa muchacha que arregla su casa de don Gastón, pero a ver si sale con huiros, si acepta la voy a llevar a ver una función de teatro.

Hablando de teatro hace unos días nos invitaron a hacer un recorrido con el gobernador Rolando Zapata y los secretarios de Obras Públicas y Cultura, Daniel Quintal y Roger Metri, respectivamente, para ver el avance de las obras de remodelación de los teatros Manzanero y Peón, así como de la biblioteca Manuel Cepeda.

Nos dio mucho gusto la calidad de instalaciones que van a tener nuestros teatros, que tanta vida le dan a la cultura y, como mencionó Rolando, un estado con cultura es un estado con paz. 

Y hablando de teatro, el día martes fui al teatro Daniel Ayala a presenciar una obra cuyo título dice “Santiago Baila”, una puesta en escena de Anaí Núñez, a la cual mando una felicitación por tan buen trabajo, con la dramaturgia de Conchi León, un montaje muy interesante, en el cual me llamaron la atención muchos aspectos, en primer lugar el texto de un orgullo de Yucatán, Conchi, que con su gran pluma supo plasmar la paradoja de sentimientos, entre frialdad, tristeza, coraje e impotencia, por un asesinato y la jovialidad y algarabía de un pueblo que baila y sonríe con cada uno de sus pasos.

El montaje escénico muy interesante, utilizando distintos trazos en la escena y haciendo una combinación de tiempos y espacios en las 5 paredes, envuelto en una atmósfera de alegría a cada compás de la Banda del Estado que dirige magistralmente Carlos Uicab.

Una gran obra, que muestra que, a pesar de ser un suburbio muy golpeado por crímenes sangrientos, como el de la familia Poveda, el de la familia Ricalde Zurita, y el mismo fundador de los Aragón Manolo López, a pesar de tanto golpe, Santiago Baila aún.