Vencido el plazo para la captación de solicitudes, cuatro quintanarroenses se apuntaron con la intención de ser consejeros del debutante Instituto Nacional Electoral (INE), según la lista difundida este jueves por la Cámara de Diputados.

Ellos son Víctor Vivas Vivas (titular del Tribunal Estatal Electoral), Gabriela Lima Laurents (ex consejera del Instituto Electoral y ex delegada de la Semarnat), Jorge Manríquez Centeno (Consejero Presidente del Ieqroo) y Juan Enrique Serrano Peraza (secretario general del Ieqroo).

Manríquez Centeno y Serrano Peraza destacan en esa lista, ya que se han desempeñado en el Instituto Electoral de Quintana Roo y tienen flancos menos vulnerables, aunque hay claros favoritos en ese terreno de juego donde imperan criterios centralistas, concretamente del Distrito Federal, ampliamente favorecido cuando son repartidas posiciones de esta naturaleza.

Y en el caso de la ex delegada panista de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Gabriela Lima Laurents, sorprende que se haya atrevido a inscribirse, aunque todo el que compra boleto tiene posibilidades de sacarse la lotería. Pero hay de posibilidades a posibilidades.

Algo tendrá que decir la diputada federal perredista Graciela Saldaña Fraire, quien fue consejera del Ieqroo y saltó abiertamente a la política partidista.

Robos hasta en el hospital

La oleada de robos y asaltos mantiene en jaque a Chetumal. Los adictos a lo ajeno llegaron al  extremo de hurtar la computadora personal de un médico del Hospital Materno Infantil Morelos.

En un descuido se apoderan del equipo de ultrasonido. Y otro asalto ocurrió en una farmacia ubicada en el primer cuadro de Chetumal, donde un sujeto con arma de fuego amenazó a dos empleadas para apoderarse de dos mil pesos y 300 pesos en tarjetas de recarga telefónica.

Se trata de un atraco habitual y sin reacción de las corporaciones de seguridad pública, ausentes como es costumbre. Como sastres fulminantes que dominan su oficio, los adictos a lo ajeno ya tienen tomada la medida a los policías preventivos, a quienes por cierto estos golpes bajos tan frecuentes no les sacan de balance.

Y hay motivos de sobra para que los jefes policiacos se sientan incómodos, ya que el marcador está muy a favor de la delincuencia que se desplaza muy a gusto por todas las colonias y localidades.

En algunas colonias de la capital del estado la irritación sigue en aumento, y no es para menos porque a las familias las están dejando a merced de los ladrones y asaltantes.

La reacción institucional es obligada y, ante todo, inmediata para atajar males mayores que todos lamentaremos.