Buenos comentarios ha dejado entre los maestros de las escuelas secundarias estatales la visita que la nueva jefa del Departamento de Secundarias Generales Regulares, maestra Effy Margarita Barredo Villanueva, ha realizado a sus planteles desde su primer día en el cargo para conocer de cerca los problemas que afrontan, tanto en lo laboral como en lo administrativo.

Ya había pasado un buen tiempo sin que ninguna autoridad educativa de este nivel se preocupara por estar en contacto directo con los trabajadores y directivos, lo cual fue aprovechado de inmediato para exponer sus necesidades, sobre todo en infraestructura escolar, material didáctico y equipamiento de computadoras en internet en las escuelas.

La mayor demanda que los maestros expresan a la nueva autoridad educativa es lo referente a la basificación de las horas de contrato que desde años atrás vienen cubriendo, ya que no tienen garantías para el monto de su jubilación, además de diversas prestaciones como las estimaciones de sus préstamos, entre otras.

Aunque ha disminuido notablemente por el período vacacional, todavía queda latente el tema de la última reforma educativa, que aunque expresamente dictó profundos cambios en la administración y la política educativa de la dependencia federal, todavía carece de los reglamentos respectivos para su operatividad. Todos los trabajadores coinciden en que las nuevas normas deben tener la aprobación de su representación sindical que corresponda, ya que no se pueden dejar todas las atribuciones en manos del patrón.

Y hablando de la última reforma, la minuta aprobada ya se encuentra en nuestra entidad para que el Congreso del Estado le dé el visto bueno para su aprobación y publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Por el bien de la educación se espera que la gente más preparada y conocedora se involucre en este análisis, ya que toca puntos muy delicados como la seguridad laboral, la promoción a través del concurso por oposición de los puestos de dirección y supervisión en todos los niveles educativos y el financiamiento de las escuelas de tiempo completo.

Por cierto, en este último tema, se debe tener cuidado con la cobertura pues no se trata de que una parte de la población reciba mayores beneficios en la educación de sus hijos, y otra se quede marginada por falta de presupuesto. No perdamos la esperanza en este año de buenos cambios.