Desde junio del año pasado el peso ha perdido terreno frente al dólar, del 6 al 13 de abril de este año, la moneda nacional se deprecio 3.22 %, el cambio peso-dólar se situó en 15.3650 pesos por cada dólar, lo que representa cinco jornadas consecutivas a la baja. 

El terreno que ha ganado el dólar frente al peso no es un evento desconocido para los mexicanos; de acuerdo con la más reciente encuesta nacional en vivienda realizada por Parametría, ocho de cada 10 entrevistados (77%), saben que en las últimas semanas el dólar ha aumentado su precio. Esto significa que los ciudadanos han prestado una atención importante al hecho. El aumento del precio del dólar tiene consecuencias importantes para México, por ejemplo, los productos y servicios que se importan se vuelven más caros, algunos bienes que generalmente son importados como computadoras, electrodomésticos y maquinaria para la industria aumentan su valor. Los importadores de materias primas también se ven afectados por la depreciación del peso frente a esa divisa, así como los turistas mexicanos que viajan a otros países y necesitan cambiar la moneda nacional por dólares. 

Los mexicanos asocian el aumento del precio del dólar con problemas económicos. Ocho de cada 10 personas (77%), señalan que cuando el precio del dólar aumenta, la economía del país empeora. Únicamente 9% desconoce el efecto que tiene este incremento del precio del dólar en la economía mexicana y 6% considera que la misma tiene una mejoría con esta situación. Un dato que llama la atención es que más de la mitad de la población mexicana (56%), considera que el gobierno no puede evitar que el precio del dólar siga subiendo. Solo tres de cada 10 confían que el gobierno puede emprender acciones que impidan que el precio del dólar siga aumentando. 

Finalmente, observamos que más de la mitad de los mexicanos percibe un deterioro tanto en su economía personal como en la del país, en los últimos 12 meses. Para 53% su situación económica ha empeorado en referencia con el año anterior, cuatro de cada 10 (38%) considera que sigue igual y menos de uno de cada 10 (7%) observa mejoría. Generalmente la situación económica personal se observa mejor que la del país, no obstante, en este caso existe una percepción negativa en ambos ámbitos. Acerca de la situación prospectiva de la economía tampoco observamos datos alentadores, 24% de los entrevistados esperan que su situación económica mejore en los próximos 12 meses, contra 37% que prevé empeorará. En cuanto a la economía del país son aún menos los que esperan un repunte, sólo 17%, contra 35% que esperan una situación menos favorable para México el próximo año. Estos datos indicarían que la percepción económica de los ciudadanos contrario a observar un crecimiento basado en expectativas, perciben un deterioro en el tema. Debemos recordar que las instituciones económicas del país e internacionales han modificado en diferentes ocasiones la estimación de crecimiento para México disminuyéndola; además, derivado de la reforma hacendaria hubo aumentos en el precio de algunos servicios y productos, y el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se situó en 3.14% a tasa anual durante marzo del 2015, el mayor nivel en lo que va del año (3.00% en febrero y 3.07% en enero), elementos que pueden abonar a esta percepción.