Mare yo no sé qué ya me fastidió más, si el sonar de la ese de mi hamaca en que me mezo para evitar el calor o el ruido de las batucadas, mare creo que las dos. Pues después de una desangelada final de futbol entre Querétaro y Santos, que, ay hombé pobres, nadie lo vio, es que con el debido respeto no llamaba la atención y después del 5-0 en el partido de ida, menos interesante se hacía. 

Lo que sí está interesante es el movimiento político que se vive en estos días, porque, como estamos en la recta final del proceso electoral, los ánimos están caldeados, por lo pronto ayer terminó el tiempo permitido para hacer campaña, que afortunadamente le mocharon un mes, pero el chisme está a la orden del día.

Resulta que en días pasados, en una sesión del Congreso que no tenía nada de interesante, cuando estaban en asuntos generales, que pide la palabra la diputada Sofía Castro y que expone que, debido a los malos manejos, a las corruptelas y demás que vive el PAN, renunciaba a su militancia de 30 años en el partido y como coordinadora de la bancada blanquiazul, dando un golpe más al muy lastimado PAN. Primero el escándalo de Raúl Paz, luego los pleitos por la candidatura plurinominal que quería Renán Barrera y ahora esto, ufff, ay hombé pobre. 

En esta recta final se ve muy intenso el panorama en las diputaciones locales con cabecera en la capital yucateca. En la alcaldía de Mérida la cosa también se está poniendo buena. 

Yo sé quién va a ganar: va a ganar... el que tenga más votos, jejeje.