La avanzada de OHL -que dirige por estos rumbos Agustín Sarasola- en temas protagonistas como el futuro megacomplejo Ciudad Mayakobá y una nueva recuperación de playas, relanza al análisis el desarrollo urbano y la conservación de arenales.

Así se notó en torno a la presentación oficial de la primera etapa de esa comunidad integralmente planeada en Riviera Maya, que se construye con una inversión de 17 millones de dólares por los rumbos de ese centro hotelero, sede de marcas de primer nivel. 

Sobre todo porque saca a relucir un asunto que hace una década era una previsión y hoy es una realidad: el crecimiento acelerado exigiendo cada vez más conservación de recursos naturales y calidad en los servicios.

Eso no ha sido fácil. En otros niveles, por ejemplo, en la planeación de miles de viviendas en la zona de Villas del Sol, parece haber aún una deuda con la reforestación, las zonas de amortiguamiento y mayor consistencia en temas tan básicos como el agua, transporte público y telecomunicaciones.

Por ello, planeación y ordenamiento, que desde luego implica costos, vuelven a sonar cuando se habla de más vivienda y habitantes.

Mientras que la recuperación de playas ha sido preocupación por años: proyecto que pide muchos recursos y ya con varios intentos, para mantener programas permanentes y así conservar los arenales de estos destinos, por excelencia, de sol y playa.

Ha sido uno de los asuntos en los que el gobernador Roberto Borge ha insistido sin quitar en ningún momento el dedo del renglón, con el acierto además de lograr mayor participación de la iniciativa privada.

Las playas de Mayakobá y Tres Ríos -en estratégica zona de balnearios- serían de las primeras por restaurarse, dentro de esta nueva etapa. 

Con ello se confirma también la importancia que ha ido ganando a nivel nacional OHL con su inclusión en varios planes de infraestructura.

Ciudad verde.- “El compromiso de Senderos de Mayakobá tiene que ver con el desarrollo sostenible de la sociedad quintanarroense, al  generar fuentes  de empleo, espacios dignos para su recreación y abasto y en particular, una nueva ciudad en donde puedan tener la mejor calidad de vida para sus familias”, señaló Edgar Villajuana Berzunza, de Novaterra Caribe, compañía asociada.

Los predios unifamiliares que ofrece el residencial tienen en promedio una superficie de 300 metros cuadrados y cuentan con una orientación que favorece la ventilación de los vientos dominantes y una adecuada protección del asoleamiento del caribe, buscando optimizar el uso de energía dentro de las casas que se construyan.

 El proyecto destaca por sus senderos, sus áreas verdes y dos parques, el Parque de los Niños, con juegos enfocados a chicos de hasta 7 años y el Parque Sendero de los Cenotes, en el cual justamente se localizan 2 bellísimos cenotes para el disfrute de los residentes. En este parque se complementa una Casa Club perfeccionando el área como el más importante punto de reunión del residencial.

Se describe como es una comunidad  privada que cimenta su desarrollo en sustentabilidad, planeación y seguridad.