SEQ, cada vez peor en inscripciones

El inicio del período de preinscripciones en Quintana Roo ha sido turbulento, situación que se agudiza cada año ante la ineficiencia de la Secretaría de Educación para organizar un proceso transparente y adecuado.

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El inicio del período de preinscripciones en Quintana Roo ha sido turbulento, situación que se agudiza cada año ante la ineficiencia de la Secretaría de Educación para organizar un proceso transparente y adecuado.
 
Cientos, quizá miles de padres de familia se ven afectados por las extrañas formas que utiliza la SEQ para asignar una escuela a sus hijos, tomando decisiones detrás de un escritorio sin ponerse a pensar en la bronca en que meten a familias enteras.
 
Usando el azar como principal herramienta, la Secretaría, a través del Departamento de Planeación dirigido por Jesús Almeyda, asigna a cada alumno un cupo en alguna escuela sin importar edad, calificaciones o méritos. 
 
Para ellos basta con que cada niño y cada joven tengan un cupo seguro, sin importar nada más.
 
En principio, una computadora es la que hace el trabajo sucio de asignar una escuela a los alumnos de acuerdo a la zona en la que se encuentren estudiando.
 
El problema se da cuando, de manera increíble, alumnos de excelencia son enviados sin misericordia a turnos vespertinos, dejándolos muchas veces en una situación indeseable para sus familias.
 
En otros casos, si las escuelas cercanas se llenan, los estudiantes son enviados a otras instituciones a kilómetros de distancia de sus hogares, situación que se agudiza cuando las familias afectadas son de escasos recursos económicos.
 
Porque esos parámetros no los contempla el famoso “sistema”, y cuando los padres de familia van a hacer el reclamo, la respuesta común es que “no se puede hacer nada”.
 
Las inconformidades son patentes, pues todos los padres con situaciones especiales son convocados a un módulo de atención ubicado en la antigua escuela primaria “Kohunlich”, donde el viernes pasado se dieron cita centenas de padres exigiendo a la Secretaría una respuesta a sus necesidades.
 
Los rostros de los padres y madres que van a pelear un mejor lugar para sus hijos denotan la ira y la frustración que les causa la mala organización de la Secretaría de Educación, que año con año repite sus errores sin que se vea mejoría.
 
“Al contrario, cada año están peor”, señaló una madre de familia que desde una noche antes pernoctó a las afueras del módulo de atención, lo que no sirvió de mucho porque cerca del medio día de este viernes continuaba esperando ser atendida.
 
Por su parte, al titular de Educación, Eduardo Patrón Azueta, el viacrucis de los padres de familia en cada proceso de inscripciones no le causa la menor preocupación. 
 
Para él el discurso es simple: le garantizamos un cupo a cada niño y joven quintanarroense.
 
Para los padres y los alumnos afectados, la cosa no es tan sencilla y genera mucha irritación social.

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