Ser mexicanos en la aldea global

La globalización pretende aniquilar al Estado, reducirlo a su mínima expresión...

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El discurso ideológico de la globalización busca ocultar que ella viene robusteciendo la riqueza de unos pocos y verticalizando la pobreza y la miseria de millones.- Paulo Freire

Cuando se habla de globalización se refiere a un todo que no significa nada concreto, una palabra cuyo significado está diluido y aumentado. Una ambivalencia, una palabra de difícil definición. Se dice que todo está globalizado, que el mundo entero lo está. Por tanto, la globalización es una nueva forma de idea totalitaria de la realidad. No hay otra posibilidad para ser ciudadanos del siglo XXI que la de entrar al juego de la aldea global.  Lo otro sería quedar relegado de toda posibilidad de desarrollo.

Pero, realmente, ¿quiénes hacen suya la globalización? ¿Todas las personas independientemente de sus condiciones socioeconómicas? Obvio que no. La globalización la viven los que tienen condiciones de entrar a competir en un mercado determinado lógicamente por la oferta y la demanda.

Con la globalización surgieron nuevas y polémicas concepciones en torno al papel del Estado en los procesos económicos. La globalización pretende aniquilar al Estado, reducirlo a su mínima expresión y, en consecuencia, enaltecer al mercado como el gran indicador de todas las cosas. Es una postura mercadocéntrica. El mercado es el centro de todas las cosas. 

Los defensores del mercado han sostenido que sólo hasta que el Estado deje de participar en la economía ésta será más justa y equitativa y, por lo tanto, no tendrá por qué lastimar a los pobres. Discrepamos totalmente de esta idea. No olvidemos que en el capitalismo no es tú y yo, sino tú o yo. Es excluyente, la lucha es a muerte. Es nuestra dramática realidad. En contraposición, necesitamos más Estado y menos mercado.

Efectivamente, tenemos la responsabilidad de participar en estos procesos globalizadores, no podemos vivir en este siglo XXI con el resultado de nuestros propios esfuerzos, desgraciadamente no dan para mucho. Eso nos llevaría a un retroceso, pero ¡tengamos cuidado!, no sea que en aras de ser interdependientes, no sepamos los mexicanos ni quiénes somos, ni a dónde vamos. 

El reto que tenemos es vivir en la interdependencia sin sacrificar nuestra identidad nacional. Achieve be a citizen of de global village (lograr ser ciudadano de la aldea global) sin olvidar nuestro grito de ¡Viva México cabrones!

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