Signos de interrogación y admiración ha generado el equipo de colaboradores de Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien apenas tomó las riendas del ayuntamiento capitalino. Y es que el perfil de figuras polémicas puede colocar piedritas en el camino a quien por méritos propios conquistó la candidatura y triunfó con contundencia.

La altura de miras de Abuxapqui debe ser compartida en los hechos por quienes tienen delicadas encomiendas, comenzando por el secretario general, Jorge Aguilar Cheluja, quien ha sido colocado en un área neurálgica donde no se puede dar el lujo de fracasar.

En la Tesorería, César Rey Euán Tun debe justificar su permanencia para despedirse con aceptables cuentas, ordenando todo lo que tenga que ordenar, aunque sus antecedentes sean en verdad negativos. La ventaja es que Abuxapqui no es un novato que se vaya con la finta a las primeras de cambio, como su antecesor, Carlos Mario Villanueva. 

Muchos veremos con atención el desempeño de un equipo que debe cumplir en todas las áreas, incluyendo un olvidado zoológico que fue condenado a muerte, pese a la millonaria inversión efectuada en el período de Andrés Ruiz Morcillo. Por cierto, al frente del zoológico quedó Daniel Durán, quien no tiene tan buenos antecedentes y por ello puede darle la estocada final al proyecto.

La inquietud se extiende por los 10 equipos que acompañarán a los alcaldes en su aventura de tres años, aunque algunos tienen mente y corazón en la aventura electoral más inmediata.

Esas dudas están presentes incluso en el debutante municipio de Bacalar, entregado en condiciones tan envidiables por Francisco Flota Medrano, quien tiene méritos de sobra para aspirar a otra posición, a diferencia de ciertos ex alcaldes.

Cecilia Lavalle trasciende el tiempo

“Votar y ser electas, historia de un derecho a medias”, el más reciente libro de la destacada escritora y periodista quintanarroense, Cecilia Lavalle Torres, fue seleccionado e incluido como un documento testimonial en una cápsula del tiempo en conmemoración del 60 aniversario del voto femenino en México.

La idea de la cápsula del tiempo surgió a raíz de una propuesta de la consejera del IFE Macarita Elizondo Gasperín, la cual formó parte de las personalidades que recopilaron los documentos que se resguardarán en una urna sellada por los próximos 40 años en el Archivo General de la Nación.

El hecho de escoger entre estos materiales el libro de Cecilia Lavalle es un reconocimiento justo a su labor como escritora, pero sobre todo a su labor como una gran defensora de la igualdad entre los géneros y los derechos de las mujeres. La urna será abierta hasta el año 2053, por lo que la obra de la quintanarroense trascenderá el tiempo.