A los 17 años Daniel Servitje fracasó con todo éxito en su primer negocio propio: una empresa de paneles solares. Se llamaba Sistemas Solares y había sido un proyecto de preparatoria con su amigo Héctor Olea.
Hoy, el presidente del consejo y director general de Bimbo va por la revancha de aquel sueño y acaba de relanzar la empresa con el mismo socio. Solo que ahora se llama Corporación Aura Solar. El nombre es un homenaje a Carlos Fuentes, quien falleció justo cuando estaban haciendo los primeros bocetos de lo que sería ésta empresa y el enorme proyecto que acaban de inaugurar.

Se trata de un predio de 100 hectáreas tapizado de pantallas solares en La Paz, Baja California Sur. Esta vez no anduvo en chiquitas: “es el proyecto solar más grande de Latinoamérica y el primero de gran escala de México”, afirma Olea, su ex socio adolescente y quién aquilató una gran experiencia en el ramo siendo por 20 años el presidente de la Comisión Reguladora de Energía.

Este complejo tiene capacidad de 30 MW, suficiente para abastecer el consumo de una población de 164 mil habitantes. La obra se terminó en tiempo récord (15 meses) y justamente este miércoles, Aura entregó su primera dotación de “energía” a la red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El contrato con la paraestatal es por 20 años. 

La inversión de este campo de paneles fotovoltaicos fue de 100 millones de dólares y 75% estuvo a cargo de la Corporación Financiera Internacional (del Banco Mundial) y de Nafin. “Los otros socios que nos acompañan, además de Daniel Servitje, son Eduardo Tricio de Lala y
Aeroméxico y José Ignacio Mariscal, de la constructora Marhnos”, agrega Héctor Olea.

“Ahora sí creo que será un negocio esto de los paneles solares”, me dijo ayer el propio Daniel Servitje cuando cerraba el Foro de Sustentabilidad que organizó Walmart de México. Hay datos de sobra: el país ya está entre los 20 con mayor capacidad solar del mundo y el segundo de Latinoamérica después de Perú.

Cuando Daniel Servitje entró a trabajar a la empresa familiar (hoy la mayor panificadora del planeta) trajo la impronta verde de aquella primera empresa fallida y Bimbo hoy tiene garantizado el 100% de su consumo de energía en México con energía renovable (eólica) y el 50% de su producción mundial.

Han pasado 38 años desde aquel primer sueño guajiro y esta vez parece que no está dispuesto a perder ni un solo peso.