Si de por sí no había dinero…
Se vislumbra la amenaza de que las agencias internacionales rebajen la calificación crediticia de México.
Si el asunto es cavar hoyos y luego poner gente para taparlos, según lo que presuntamente propugnan las teorías económicas keynesianas, entonces la reconstrucción de todo lo que ha sido arrasado a lo largo y ancho del territorio nacional serviría para relanzar la actividad económica.
No nos queda muy claro, sin embargo, que el dinero que estaba programado originalmente para construir carreteras nuevas y para mejorar la infraestructura deba ser ahora desviado para meramente recomponer lo que ya estaba ahí. La mayoría de la gente goza de buena salud y puede dedicar una parte de sus ingresos al ahorro o la inversión pero si unos gastos médicos mayores te obligan a rematar tu vivienda o te impiden adquirir una casa propia, no hay beneficio alguno en esta adversidad sino todo lo contrario.
Estamos viviendo momentos preocupantes siendo que, de por sí, el crecimiento económico se ha desplomado e inclusive se vislumbra la amenaza de que las agencias internacionales rebajen la calificación crediticia de México. Y si consideramos que los posibles beneficios de la reforma fiscal serán absorbidos por las tareas de reconstrucción, entonces podemos realmente sopesar la dimensión del problema. Es como lo que le ocurre a España: el Gobierno del PP ha restringido universalmente el bienestar de sus ciudadanos para ahorrar dinero. Ah, pero resulta que, al subir la prima de riesgo del país, todo ese esfuerzo se ve nulificado porque hay que pagar mayores intereses por la deuda de la nación.
Aquí, que nunca nos han sobrado los dineros y que no sabemos cobrar impuestos y que papá Gobierno tampoco sabe gastar la plata de forma eficiente, enfrentamos una situación complicadísima. Ah, y ya se está formado otra tormenta tropical, en el Pacífico…