Si bien Halliburton, una de las empresas de servicios a la industria energética más grandes del mundo, era vista como uno de los conglomerados que más beneficios tendría con la reforma energética, lo cierto es que ya está cosechando buenos negocios.

Halliburton, que el segundo trimestre de 2014 rompió su récord en ventas (facturó 8 mil 100 mdd), no necesitó las recientes reformas en el sector en México para fundamentar un negocio de dimensiones gigantes. Según David Lesar, su CEO, la empresa ha tenido avances importantes en el desarrollo de pozos en el bloque de Humapa, en Chicontepec. Estos proyectos, a los que la firma denominó como “uno de los más grandes contratos de perforación en el mundo”, incluyen la perforación de 58 pozos.

Lesar está totalmente consciente de que el negocio mejorará. Hace días, al entregar los resultados del segundo trimestre, refirió que “nos emociona el potencial de las reformas energéticas en México y creemos que en la medida en que el mercado tenga más certezas en cuanto al rumbo que tomen las reformas, las actividades en el rubro de servicios mejorarán”.

Esta semana se anunció que el nombre de Halliburton estará todavía más aterrizado en México, ya no en actividades de exploración de pozos u operación de plataformas, sino en el mercado de valores. Según el Grupo Bursátil Mexicano, la Bolsa Mexicana de Valores comenzó el proceso para el listado de los títulos de Halliburton en el Sistema Internacional de Cotizaciones.

Será una apuesta interesante para los inversionistas mexicanos, pues la firma, que ya tiene amarrado un negocio de casi mil mdd, el mencionado de Humapa (aparte de sus otras operaciones en el país, más las que amarraría producto de las reformas), ha visto crecer su papel en más de 32% este año.

En América Latina, reporta la firma de análisis financiero Trafis, los servicios que Halliburton proporciona contribuyen 10.53% al precio de su acción. Así, cualquier empuje que tenga en el mercado local o regional dará valor adicional a sus inversionistas. Falta ver si los mexicanos acogen a Halliburton que, independientemente de las reformas promulgadas, ya tenía rato haciendo negocio en México.