Siete años sin Agustín Granados

Año con año esta Vuelta prohibida dedica sus primeros párrafos a recordar al periodista y ser humano que encarnó Granados.

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Fue el pasado jueves 3 de enero que se cumplieron siete años de la muerte de Agustín Granados, periodista de excepción que semana a semana desde su columna Dicen los que saben lanzaba desde MILENIO dardos agudos directos al corazón de la opinión pública.

Año con año esta Vuelta prohibida dedica sus primeros párrafos a recordar al periodista y ser humano que encarnó Granados. Es un ejercicio íntimo y público, como es al final esto de redactar y opinar en los medios, que no es otra cosa que reflexionar en voz alta ante los lectores, televidentes, radioescuchas y cibernautas.

El periodismo tiene mucho de exhibición. Los reporteros tenemos el impulso vital de hacer públicas las cosas, de revelar lo oculto y en ese proceso los periodistas se muestran al tiempo de llevar la información a las pantallas, los radios, las páginas de periódicos y los portales de internet.

Agustín disfruaba como nadie ese quehacer; poseedor de una memoria extraordinaria, una inteligencia rutilante y un humor mordaz, puso durante un cuarto de siglo ese talento al hacer para Televisa las crónicas desde el Congreso de la Unión.

Recordar a Granados también es no olvidar la capacidad destructiva del lopezobradorismo y la forma en que persiguió a todos los que participaron en la administración de Rosario Robles, hoy secretaria de Desarrollo Social del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Comunista de cepa, Granados vivió en carne propia la desilusión de ver cómo la izquierda se diluía en el perredismo y la forma en que Andrés Manuel López Obrador destruía el afán de miles con su autoritarismo.

Por eso vale la pena recordar a Agustín Granados, porque es la memoria de lo que hay que hacer como periodista y ciudadano, exhibir a las peores lacras del poder poniendo de frente la cara para que el público pueda ver a los ojos a aquellos que les llevan las noticias todos los días.

Agustín fue parte de la generación de periodistas como Joaquín López-Doriga, Ricardo Rocha, José Cárdenas, Rafael Cardona y Carlos Marín, con quienes compartía ese aliento vital que es la información noticiosa.

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