Un oso no para un pacto. Frase histórica de Don Beltrone Superstar que resume, explica y redime, a la manera de un producto que aromatiza, limpia y desinfecta, la telenovela del momento, Sin Sedesol no hay paraíso.

Pero, al parecer, el oso es en realidad un osototote grizzly porque ya la secretaria Robles ha dicho que no tiene por qué renunciar, mientras el PAN le retira la interlocución y el PRD quieren sangre.

Nosotros, como quiera que sea, pero y esos siete millones de hambrientos en México, ¿qué? Digo, acá la banda muy entretenida viendo cómo naufraga el Pacto por México que, como ya lo advertí en esta columna desde muy al principio del nuevo testamento peñista, no es con Dios, pero qué transa con aquellos instalados en la pobreza extrema, producto en buena medida de las rentas de la crisis tricolor y el valemadrismo panista que ni los veía ni los oía.

O sea, acá podemos hacer apuestas sobre cuánto tiempo aguantará Chayito Robles en Sedesol (los más optimistas plantean que, de plano, no carga los peregrinos, aunque otros alegan que para Peña no hay paraíso sin Rosario), o sobre cuánto resistirán Los Chuchos perredistas dándole de patadas al pesebre tricolor, o en qué minuto los maderistas blanquiazules se arrojarán —víctimas de una irreprimible sensación de abstinencia— de nuevo a una buena concertacesión.

Podemos hacer eso y más, con los regocijante y barato que nos sale el dudoso espectáculo de filtraciones, grabaciones y videos donde los choznos de don Plutarco y los de Gómez Morín demostrando que lo suyo, lo suyo, lo suyito, es mantener viva la muy mexicana tradición de repartir lo que viene siendo el atole con el dedo. ¿No es bonito que este concepto haya resucitado, el del atolito con el dedo?

Sí, está padre el asunto devenido en loca academia de aguantadores, pero, ¿acaso nadie piensa en los beneficiarios de esos programas a los que, fundamentalmente, les vale madre si los van a usar para ordinarieces electorales, pues lo que ellos quieren es quitarse, aunque sea momentáneamente el hambre histórica? Entendiendo los pruritos morales del PAN y el PRD, habría que pensar que en lo que se siguen dando de guamazos (ciertamente estuvo mejor la comparecencia de la señora Robles en el Senado que la pelea del Canelo), hay muchos compatriotas sin un bocado que llevarse a la boca.

O sea, y si aquí sale algún aficionado a Og Mandino a decir que a los necesitados no hay que darles el pescado sino enseñarles a pescar, habría que decirles que en sus condiciones no pueden ni levantar la caña, que no jodan.

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