SJ: acorazado ideológico

La Compañía de Jesús (Societatis Jesu), fundada en 1540, es reconocida por su labor misionera, pero sobre todo intelectual.

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El hecho de que el papa Francisco sea jesuita tiene relevancia especial. Viene de una orden que tiene como uno de sus votos el de obediencia absoluta al Sumo Pontífice,  lo que ha llevado a algunos de sus más prominentes miembros a callar, tal es el caso del francés Pierre Teilhard de Chardin, antropólogo y visionario católico que desarrolló una tesis científica para explicar la presencia humana en la tierra, distinta y distante de la creacionista, cuya obra fue atacada desde la propia Iglesia.

La Compañía de Jesús (Societatis Jesu), fundada por Ignacio de Loyola y Francisco Javier en 1540, es reconocida por su labor misionera, pero sobre todo intelectual. Es el acorazado ideológico de la Iglesia católica. Entre sus miembros ha habido y hay filósofos, teólogos, científicos e intelectuales de primera línea y se ha caracterizado por fundar colegios y universidades.

Nostradamus (1503-1566), el célebre astrólogo y vidente francés, anunció como preludio del fin del mundo la llegada al trono de Pedro de un “papa negro”, tras el cual vendría el Apocalipsis. Al general de los jesuitas se le llama “papa negro”, tanto por el hábito que viste la orden como por su poderío intelectual y su condición de “poder en las sombras”. San Malaquías predijo también que éste sería el último papa antes del “fin de los tiempos”.

Especulaciones aparte, un jesuita como máximo jerarca de la Iglesia permite vislumbrar una era de transformaciones en el quehacer social y la continuación de la política de cero tolerancia del papa Ratzinger ante los abusos de sacerdotes. Quien espere cambios en aspectos de dogma y moral está bordando en el vacío. Nunca habrá un paso atrás, de modo que matrimonios gay, ministras ordenadas, abortos y  otras demandas seguirán durmiendo el sueño de los justos por los siglos de los siglos.
Y no es que yo lo defienda, simplemente así es y así será. Y al que no le guste que se vaya. Yo por eso ya me fui.

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