Sobre el análisis cinematográfico
En la Cineteca Nacional, investigadores y expertos discuten sobre los elementos que componen la apreciación del cine.
En México no existe una cultura del análisis cinematográfico. Al ver una película, basados en valoraciones subjetivas, acostumbramos a exclamar: “magnífica”, “maravillosa”, “excelsa”, “sublime”, “buenísima” o la tan consabida: “es una obra de arte”.
Cuando se platica acerca de cine o arte, se dice que las comparaciones son odiosas o que las opiniones son subjetivas. Esto es correcto, puesto que somos sujetos y no objetos. Sin embargo, todo producto cultural o manifestación artística contiene en sí mismo valores técnicos y expresivos innegables que facilitan que éstos se puedan juzgar o medir en función de estas características intrínsecas que no dependen en lo absoluto de un juicio impresionista por parte del espectador.
Pongo sobre la mesa estas reflexiones porque, en los últimos meses, la Cineteca Nacional puso en marcha el “Ciclo de conferencias de análisis cinematográfico”, en las cuales investigadores y expertos discurren no sólo sobre los elementos que componen la apreciación del cine, sino los distintos tipos de análisis a los cuales un producto fílmico puede ser sujeto.
El Dr. Lauro Zavala, en la función dedicada al “Ciudadano Kane”, expuso 17 tipos de análisis con los cuales abordó esta obra de Orson Welles. Aunque suene a lugar común decir que es “la mejor película de la historia” y cuestionar esta aseveración, tuve la oportunidad de asistir y comprobar por qué tantos expertos no pueden estar equivocados.
De entrada, analiza los giros dramáticos del guión, las distintas partes en las que la historia está segmentada, los géneros cinematográficos que intervienen y sus distintos formatos, el uso de la música, la iluminación, la composición de las distintas escenas tanto simbólica como semióticamente hablando, el montaje, los emplazamientos de cámara, los diálogos, la estructura del guión, la escenografía, la puesta en escena, etc. El Dr. Zavala nos mostró la punta del iceberg mediante gráficas cuantitativas y cualitativas, lo cual nos hizo comprender que nada fue por accidente en la ópera prima de Welles y que, en el cine, también las obras maestras pueden tener proporciones similares a otras artes como la arquitectura y la pintura, como este filme emblemático del cine moderno.
También se concluyó que mientras que en otros países las versiones en dvd vienen acompañadas de audiocomentarios y análisis, en México no existe esa práctica, por lo que el público no pasa de juzgar una película por la mera anécdota cuando ésta es sólo un elemento más del lenguaje cinematográfico. Por ello, hoy más que nunca es de celebrar este tipo de iniciativas que hacen todavía más disfrutable la experiencia del cine.