Sobre Formión y el teatro latino

En la obra de Publio Terencio Afro hay 13 personajes en total que son interpretados por nada menos que 6 actores.

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La semana anterior tuve la oportunidad de asistir al pre-estreno de la obra “Formión”, de Publio Terencio Afro, dirigida por Miguel Ángel Canto con la compañía Teatro hacia el margen A.C., con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y el Ayuntamiento de Mérida.

Esta comedia latina de enredos consiste en la siguiente trama: los viejos hermanos Demifón y Cremes se van de viaje dejando a sus hijos Antifón y Fedro bajo la tutela del esclavo Geta. Sin embargo, al regresar los viejos se topan con que uno se ha enamorado de una muchacha propiedad de un proxeneta y el otro se ha casado sin consentimiento paternal y sin dote alguna, todo esto debido a la intervención del parásito Formión. Al ver trastocados sus planes los viejos buscan desfacer el entuerto, pero sus intentos atraerán funestas consecuencias para sí mismos.

Cabe destacar la excelente dirección de Miguel Ángel Canto, pues el montaje se cimentó en la dinámica actoral, labor harto complicada dado el número de personajes masculinos y femeninos que maneja la obra (13 en total), interpretados por nada menos que 6 actores, ¡todos varones!

Por otro lado, la efectiva dramaturgia sobre el texto del romano Terencio hizo las delicias de los espectadores, pues la temática de la obra se siente muy cercana a nuestros días, ya que la situación expuesta se desarrolla en un contexto urbano, donde cómo se es percibido socialmente es relevante a pesar de que en el ambiente perviven una doble moral y unos valores relajados. ¿Nos suena familiar?

Resaltan las actuaciones de Teo Flores (Demifón), Sebastián Liera (Cremes) y Pablo Herrero (Formión), así como la de Miguel Flota (Geta el esclavo), si bien éste último al fungir como hilo conductor de la trama por momentos se notó sobreactuado y con un tono insufrible que me recordó a Clavillazo -pero versión uayé-.

Por lo demás, todo el equipo realizó una labor más que decorosa, con un ritmo fluido que no permitió que el engranaje cómico se cayera en ningún momento, provocando carcajadas en el público. Esta comedia con casi 2 mil años de antigüedad es ampliamente recomendable. Se estará presentando todos los viernes y sábados de mayo a las 8 p.m., terminando su temporada el 1 de junio en el Centro Cultural Olimpo.

Auguramos mucha mierda -como se dice en el argot teatral- a esta puesta en escena, pues el oráculo de La Negrita así me lo ha revelado en sus trances adivinatorios...

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