Sobre la Sedeculta
La impopular medida, conocida como Acuerdo SAF02, pone en manos de la Secretaría de Hacienda la administración de los teatros estatales.
Un nuevo aluvión de críticas se ha sumado a la cada vez más vilipendiada Secretaría de la Cultura y las Artes, pues tal como consigné oportunamente en esta columna hace 3 meses, la “Agrupación de Artistas Escénicos de Mérida”, integrada por compañías profesionales de las artes escénicas ha hecho otro llamado a la sociedad para que se sume a su causa, pues sus peticiones no han sido atendidas por los responsables en turno.
El 19 de junio dicha agrupación entregó su pliego petitorio a Raúl Vela Sosa, actual secretario de Cultura, con la esperanza de que ciertas medidas poco sensibles y que afectan a la comunidad artística fueran revisadas y revocadas, documento que hasta la fecha no ha sido respondido a cabalidad.
Por ello, trascendió en medios locales que el pasado fin de semana durante las presentaciones que la compañía Cressida Danza Contemporánea realizó en el Teatro Peón Contreras, la maestra coreógrafa Lourdes Luna Aranda, directora de la compañía y miembro de la agrupación antes mencionada, exigió al Gobierno del Estado que se cancele la norma para cobrar a los grupos independientes por el uso de los teatros y locales que son patrimonio del pueblo yucateco.
La impopular medida, conocida como Acuerdo SAF02, pone en manos de la Secretaría de Hacienda la administración de los teatros estatales y requiere que tanto compañías como artistas independientes paguen la renta de los mismos bajo un oneroso tabulador.
No es casualidad que ahora “Poder Ciudadano, Colectivo 4 de Julio”, se haya sumado a las demandas y esté convocando a una recolección de firmas de apoyo, tanto físicas como digitales, pues ante la indiferencia de los funcionarios públicos aludidos, han optado por subir la protesta a una plataforma llamada “Causes” cuya dirección es www.causes.com/posts/820127 que hasta el día de ayer tenía casi 200 firmas.
Lo anterior, aunado al gravísimo hecho de que los apoyos correspondientes al Festival Primavera Cultural 2013 –realizado con un mes de retraso– apenas se comiencen a pagar ahora (¡4 meses después!) nos habla de la debacle de una secretaría que no cumple “en tiempo y forma”, cuyas distintas áreas han sido notariamente descuidadas y con resultados poco menos que nulos, con un secretario cuyo prepotente asesor (un tal Héctor López) no ha hecho más que navegar con bajo perfil esperando sortear la insoslayable responsabilidad de sacar adelante el arte y la cultura de Yucatán.