Ir juntos es comenzar, mantenerse juntos es progresar y trabajar juntos es triunfar, dice un proverbio anónimo que tanto tiene de razón como que el trabajo en equipo divide la labor y multiplica los esfuerzos. De ahí nace la gran importancia de ser uno solo; sin importar tu estatus socioeconómico, preferencias  o universidad y son estas últimas las que chocan de manera desleal creando una competencia insana que, en mi carrera, medicina, termina afectando a nuestros pacientes.

El internado rotario es el periodo de un año en donde el estudiante acude al hospital de 7 a.m. a 7 p.m. y realiza guardias de casi 36 horas cada tres días mientras rota en diversas áreas. Agregado a este cansancio  está el estrés de tener una vida en tus manos, el deber de responder a  tus superiores, presentar exámenes y soportar a tu competencia. Pero todo podría ser más sencillo si existiese la unión de los internos.

El internado es un terror para muchos, incluyéndome, pero también es una etapa muy hermosa al tener la oportunidad de ayudar a los demás.  Pero, por suerte y para romper estos temores, se llevará al cabo el Primer Seminario pre Internado, que se realizará el 24 de junio desde las 8:30 a.m., en el auditorio del HRAEPY, y contará con médicos representantes de tres universidades y de la SSY. Será organizado por el Capítulo de Estudiantes de Medicina de Médicos a Favor de la Vida A.C. y la Asociación de Médicos Católicos. El objetivo principal será liberarnos, a los futuros internos, de todas nuestras dudas, así como concientizar sobre el trato digno, respetuoso y justo a los pacientes y la necesidad de la unión de fuerzas, pues al final todos deseamos llegar con magia a la misma meta: servir al prójimo.