Es muy preocupante que por envidia o desconocimiento EU envíe mensajes histéricos alertando a sus ciudadanos para que por razones de seguridad viajen mejor a Disneylandia que a México.

Justo cuando el país, gracias a las reformas del licenciado Peña, está a punto de comenzar un viaje a la prosperidad, a los gringos se les ocurre buscar todos los medios para desprestigiarnos, ni que fuéramos profesionales de la cata de pelusas en minifalda. No se vale.

Primero fue con los niños migrantes no acompañados como si todos fueran prófugos de Mamá Rosa, luego con la lavandería Moreira Hermanos en San Antonio, más tarde hasta mandaron al góber de California a decirnos que las petroleras se iban a comer crudo a Pemex (afortunadamente don Penchyna muy a la Salinas ni lo vio ni lo oyó, después de todo Mr. Brown solo conduce una de las diez economías más fuertes del mundo), y ahora con aquello del mito genial de la inseguridad. La verdad es que como con Calderón, los únicos shots que se oyen en la patria son los de tequila.

La campaña contra México también recurre a los medios de comunicación para generar caos y desorden. El Washington Post afirma que el Watergate nacional es el secuestro. Y que esto se ha democratizado de tal manera que incluso los viene-viene pueden ser víctimas. Chale.

En ese sentido, qué bueno que Gobernación de inmediato respondió con inatacable lógica alegando que esas dichosas alertas eran mero “trámite burocrático” para justificar presupuestos y acciones de gobierno.

La verdad, acá en la patria tricolor todo es reír, cantar y bailar perreo al estilo blanquiazul. A donde mires todo es tranquilidad. Si vas al Edomex el espectáculo es maravilloso, según explican las autoridades: de Valle de Bravo a Luvianos, siempre habrá alegres persecuciones y amenos levantones, igual que balaceras y amenazas en buena onda. Y lo mejor es que si no denuncias, ¡las autoridades hacen como si nada hubiera pasado!

Y qué decir de los caminos de Michoacán y pueblos que voy pasando, donde lo peor que te puede pasar es salir en un selfie con La Tuta; igual que en el Norte donde las matazones ya no son en horas hábiles para no interrumpir el industrioso paso hacia el progreso. Amigou turista yanqui, solo Judas temió, si pasa por esta su casa le regalamos su uniforme de autodefensa, chance de nadar en los nada contaminados río Sonora y El Oro, y hasta le damos su vuelta en La Bestia. ¡Llame ya!