Sólo por esta noche
Esta noche dejo que la lluvia sea quien se apodere de mi cuerpo, y que sea la tela quien se adhiera a mí.
Voy inventando momentos que nunca existieron, entre sus brazos, entre sus labios. Voy dejando que la noche me devore, como sólo ella sabe devorar, entre sombras y en silencio, como el olvido más temible.
Sus besos se van escondiendo de mí, mientras me aparto y me recuesto en el lado oscuro de su corazón, besando con besos amargos el recuerdo de lo que sólo la tinta y el papel fueron testigos.
Me aferro, necia, a su sombra mientras su nombre se asoma en la comisura de mis labios, temeroso a ser nombrado.
Esta noche dejo que la lluvia sea quien se apodere de mi cuerpo, y que sea la tela quien se adhiera a mí, y no sus besos, ni sus manos. Sólo por esta noche, sólo por esta temible noche.
Y será el suspiro que se enrede con el placer, será inmortal, mientras me lo llevo entre sueños, para que duerma conmigo, para despertar con él, con la presencia de su ausencia.
Entre sombras y en silencio tengo ganas de él, tengo ganas de volverme a extraviar en su abrazo, entre sus brazos sin intenciones de volver. Tengo ganas de sus besos, de su sonrisa y de escucharle pronunciar mi nombre una vez más. Entre sombras y en silencio tengo ganas de él, tengo ganas de ti.