Hace unos días ocurrió el cambio de estafeta de las nuevas autoridades municipales. En el caso que nos atañe, llamó mucho la atención la designación de dos personas en el gabinete municipal de José Alfredo Contreras Méndez, las cuales para empezar no son oriundos del décimo municipio y muy poco creo yo conocen de las necesidades de la población, nos referimos a Omar Escalante Muza y Normando Medina Castro, como tesorero y secretario  general del ayuntamiento de Bacalar.

En el primero de los casos llamó mucho la atención, debido a que hace apenas unas semanas era el oficial mayor del desgobierno municipal que encabezó Carlos Mario Villanueva Tenorio, y en el cual se le señaló directamente como el responsable del fraude por la adquisición de medallas falsas, es decir, tenía que comprar unas de oro y entregó unas de “latón”. 

Ante ello se abrió una investigación por parte de la contraloría municipal del ayuntamiento pompeyense por el presunto desvío de recursos; como suele suceder en muchos casos, al parecer la investigación se fue al archivo y ahora Escalante Muza despachará desde el décimo municipio, como si nada hubiera pasado.

Normando Medina Castro es otro personaje que se ha caracterizado por ser traicionero; recordemos que Eduardo Espinosa Abuxapqui lo formó como político, y todas las posiciones que tuvo con anterioridad fue gracias al ahora presidente municipal de la capital, al cual recientemente desconoció, olvidándose de quien fue su padrino político.

En este último encargo, que fue designación de último momento, se habla de la mano del ex gobernador Félix González Canto. Lo cierto es que ninguno de los dos anteriores son gente de “Chepe”. Esperemos que estos personajes no se vayan a convertir en una piedrita en el zapato para el hoy primer presidente municipal de Bacalar, quien se ha caracterizado por el trabajo honrado, y siempre beneficiando a los habitantes de Bacalar, quienes andan molestos por esas designaciones.

Quien también quiso meter su cuchara en el ayuntamiento bacalarense fue el ahora diputado Juan Manuel Herrera, quien exigió 20 espacios para su gente; lo bueno, que como ya conocen la clase de alimaña que es, seguramente su petición será puesta en el archivo muerto. 

Un negro historial

Fidel Guillén Arjona es uno de los personajes de Chetumal que han logrado amasar su  importante fortuna aparentemente gracias al tráfico de influencias, abuso de poder, intimidaciones y venta de predios ilegales con la protección de algunos políticos sureños. Lo cierto es que Fidel Guillén se ha caracterizado por ser traicionero. 

Recordemos la manera vil y cobarde como se apoderó de la Canacintra, luego de que su entonces presidente, Rodolfo Valle Villaseñor, pidiera licencia, y este al retornar se llevó la sorpresa de que el nuevo representante de dicha Cámara era su “compadre” Fidel Guillén Arjona, quien aprovechó la ausencia para morder la mano de quien le dio de comer por mucho tiempo.

En 2003, con recursos públicos aparentemente se agenció tierras ejidales a cambio de obras, cuando se desempeñaba como subsecretario de Planeación y Desarrollo Regional (Seplader).

En diciembre del 2012 la PGR inicio una investigación en contra de familia del líder de la Canacintra, por negociar presuntamente con mercancía ilegal de Belice; tres personas fueron detenidas con más de ocho mil 300 pares de tenis de origen chino, los cuales eran transportados en un tráiler de la empresa constructora “El Tigre”, que es propiedad de Fidel Guillén Arjona.

Fidel Guillén fue expulsado del ejido Juan Sarabia por abusivo y mala paga y posteriormente también fue expulsado, en una asamblea posterior, por provocar división entre los campesinos y por prácticas abusivas en contra de la colectividad del ejido.

Es así de esta manera como actúa este sujeto, que se ha dedicado a pisotear a la gente, sobre todo a los que menos tienen.