Sufrir las consecuencias del Elbazo

La protección a Elba Esther Gordillo durante los últimos dos sexenios significó un duro golpe para el PAN.

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Los reflejos rápidos de Gustavo Madero y Germán Martínez contrastan con la torpeza monumental de Ernesto Cordero. Los primeros entendieron todo lo que significaba para el PAN la detención de Elba Esther Gordillo.

La protección de la que disfrutó durante los dos últimos sexenios representa un duro golpe para el partido que desde su origen repudió al corporativismo y la corrupción sindical. Por cuestión de supervivencia el PAN debe reconocer los errores de sus presidentes.

Ernesto Cordero y varios de los senadores del PAN no lo advierten. Su lealtad no es al partido que representan, sino al presidente que los hizo legisladores. Cordero pretendió justificar a Calderón diciendo que Salinas, Zedillo y Fox también protegieron a la profesora.

La cuestión es que ninguno de los tres le entregó la Secretaría de Educación Pública, la Lotería Nacional, el ISSSTE y la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Seguridad Pública. La debacle de Elba es la de Felipe Calderón, a quien le queda el consuelo de decir que honró el compromiso electoral que suscribiera a días de la elección de 2006.

Para desgracia del albiazul, el Panal se fue con ellos en la elección más importante de este año, la de gobernador de Baja California, y todavía peor si se confirma la especie de que la última cena en libertad de la líder magisterial se dio con el posible candidato del PAN, Francisco Vega, el gobernador José Héctor Osuna y con, nada más ni nada menos, que Jorge Hank, suscribiendo compromiso de derrotar al candidato de Peña Nieto en Baja California.

La situación del PAN se vuelve crítica. El calderonismo no solo no admite la derrota, sino que hace todo por debilitar a Gustavo Madero y bloquear al Pacto por México. Es hora de que Josefina Vázquez Mota regrese al PAN, que junto con Gustavo Madero imponga orden con la autoridad moral que le da haber combatido de siempre a la profesora Elba Esther Gordillo y haber sido asediada desde la oficina presidencial de Calderón.

La coordinación de Cordero en el Senado se vuelve insostenible. Al tiempo. 

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