¡Súper Piojo!
Las provocaciones de la Lady Pioja, o sea, la hija del ahora ex entrenador, acabaron por derrumbar el mundo de terciopelo y millonario de Miguel Herrera.
Finalmente azotó la res (huera). Miguel, El Piojo, Herrera dejó de ser técnico de la desangelada Selección mexicana de balompié, luego de que, con su habitual carácter de cavernícola y la ignorancia brotándole a flor de piel, golpeó al periodista de TV Azteca Christian Martinoli, en un aeropuerto de Filadelfia, tierra gringa, para cobrarse afrentas del también bravucón comunicador.
Quizá era bola cantada, como algunos expertos opinan, la salida piojera del famoso Tri, pero el golpe a Martinoli y, además, las provocaciones de la Lady Pioja, o sea, la hija del ahora ex entrenador, acabaron por derrumbar el mundo de terciopelo y millonario de Miguel Herrera.
Sólo a un loco como al “Piojazo” se le habría ocurrido terminar, abruptamente, su contrato con los “ratones verdes” y dejar detrás una serie de maravillosas acciones contractuales que representan miles y miles de dólares.
Vamos a checar sólo unos datos. De entrada, El Piojo deja ya de ganar un salario anual aproximado de 2 millones de dólares y, supuestamente, esa plata iba a incrementarse al correr de los años hasta llegar al 2018, en el Mundial de Rusia. Vamos, perderse unos 6 millones de billetes verdes para los siguientes tres años es una soberbia “penitentada”.
Claro, no sólo eso. Decenas de millonarios contratos con varias empresas. Por ejemplo, la telefónica Movie Star; bancos, compañías deportivas y así por el estilo. Estimaciones mesuradas indican que, en caso de que dichas entidades de negocios le retiren sus contratos (lo más seguro es que así será) al violento güerejo, el ex entrenador dejará de percibir, mínimo, unos tres o cuatro millones de dólares al año.
Pero eso es lo que sucede cuando los famosos directivos empeñan toda su fe a un sujeto, si bien polémico y extrovertido pero que, a la vez, es un ferviente creyente en que los problemas se solucionan a base de golpes y amenazas. Tarde o temprano, el temperamento de Miguel Herrera iba a estallar. La primera víctima fue el cronista deportivo Martinoli, al cual su empresa le debería llamar la atención para que no abuse de la famosa libertad de expresión. Los periodistas, que se precien de ello, también deben saber que la paciencia de sus criticados tiene un límite. Pero, saben qué, estimados lectores(as): “El Piojo” no quedará desamparado.
PRIMERA CAIDA.- Miguelito, “El Rey de los Golpecitos”, puede pedir chamba en los cuerpos de élite de la seguridad federal y buscar a El Chapo Guzmán. Digamos que puede fijarse una meta hasta el 2018. Si encuentra al narco (y claro, se lo tunde a golpes) puede exigir su reincorporación al seleccionado nacional.
SEGUNDA CAIDA.- Si los maestros de la sección 22 de la CNTE en Oaxaca se ponen más rijosos que de costumbre, pues que despidan a Emilio Chuayffet de la Secretaría de Educación (SEP) y coloquen a El Piojo en su lugar. Verán si (a golpes y patadas) los “flojesores” no entran en razón.
TERCERA CAIDA.- Mínimo de “viene viene” (si no le das propina, al hospital vas a parar).