Y también a la orilla del mar…

La gente va al baño en el agua de la playa sin la más mínima preocupación de que están atentando contra el medio ambiente y poniendo incluso en riesgo su salud.

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El pasado lunes, aprovechando el asueto, estuve en la playa con el propósito de disfrutar su belleza, pero de nueva cuenta fui agredido por la existencia de basura en la playa, a la orilla del mar, incluso con la presencia de una enorme bolsa de plástico negra ya rota y regando desperdicios por efecto del oleaje.

Comentando esto con la persona que se encarga del mantenimiento de mi casa me dijo que el problema no es sólo por la gente que visita las playas, sino que también las lanchas, botes de pesca y yates tiran sus desperdicios al mar sin ninguna preocupación, ya que él ha visto a la gente hacerlo abiertamente; esto es algo que debe combatirse con todo el rigor de la ley, pues ya es hora de que la gente entienda que el mar no es un bote de basura, ni un sanitario, como lo piensa toda la gente que entra tranquilamente al mar a hacer sus necesidades.

Es decir, van al baño en el agua de la playa sin la más mínima preocupación de que están atentando contra el medio ambiente y poniendo incluso en riesgo su salud.

Por esa razón en las playas públicas las autoridades deben procurar que existan baños adecuadamente localizados y sanitariamente seguros, asegurando su limpieza permanente y vigilando su buen uso.

Una actitud que es indispensable arraigar en las personas es la de que se aseguren de llevarse de la playa todo lo que trajeron, todo, evitando tirar basura y recogiendo toda aquella que encuentren a su paso, sin importar que no sea suya: y si no lo es repórtenlo a la autoridad.

Otro triste hecho es ver a la gente dejar que sus perros utilicen la playa para hacer sus necesidades, lo que se convierte en algo realmente peligroso, no sólo para los animales silvestres, sino también para los niños que juegan en la arena, sobre todo aquellos que se entierran jugando.

También en el caso de los niños que usan pañales hay que tener cuidados especiales; si eres un padre con niños pequeños, asegúrate de cambiarles sus pañales antes de permitirles entrar en el agua, incluso considerando la posibilidad de vestirlos de pantalones de plástico para evitar alguna sorpresa. 

La lista de recomendaciones puede ser mucho mayor, pero lo importante es que todos entendamos que las playas son un ecosistema frágil que debemos proteger.

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