Telecom: el triunfo del statu quo

Después de días y días de discusión... se decidió dejar para luego la “urgente” ley secundaria de telecomunicaciones.

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Ayer nos topamos con un buen ejemplo de cómo el país camina en dos velocidades, tal vez con dos rumbos.

Después de días y días de discusión, rasgamiento de vestiduras, marchas, cadenas, columnas, discursos, denuncias de actos horribles y atroces de parte del gobierno/las televisoras/Slim/los senadores (usted elige al enemigo); se decidió dejar para luego la “urgente” ley secundaria de telecomunicaciones. 

Eso en los discursos. En la realidad, otro “ahí para luego…”. 

El Instituto Federal de Telecomunicaciones dio a conocer que no se podrá hacer, como se había programado, el apagón analógico en Monterrey, Nuevo León; Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, Tamaulipas; y Ciudad Juárez, Chihuahua, que estaba programado para el 29 de mayo. Se retrasa por lo menos seis meses. 

Como manda la ley, el IFT mandó a hacer un estudio y resulta que en cuatro de las cinco ciudades mencionadas el porcentaje de hogares con televisión digital entre los que solo tienen televisión abierta no llega a 30 por ciento.

En Ciudad Juárez es 43%.

¿Por qué? Tal vez porque en septiembre del año pasado, cuando desapareció la Cofetel, la SCT anunció que ellos tenían una mejor idea. 

En México, los que llegan después siempre creen tener mejores ideas. 

Y en lugar de regalar convertidores digitales con los que Tijuana se había logrado digitalizar y ya estaba analógicamente apagada; ellos regalarían televisores. Y no cualquier televisor, no. Uno con internet, nomás faltaba… Así que se amplió el presupuesto —mucho—; se hicieron licitaciones, se adjudicaron para dos ciudades “piloto”: 120 mil televisores en Reynosa y Nuevo Laredo… Pero no. Algo no salió.

Por lo pronto, no habrá transición digital.

Hágase usted las siguientes preguntas: 

¿Quién se beneficia de que se atrase la licitación de la banda de 700 Mhz, ideal para acceso a banda ancha?

¿Quién se beneficia de que se atrase el apagón y con esto se provoque incertidumbre para los posibles nuevos competidores en televisión abierta, ya que las dos cadenas a licitar son digitales?

¿Quién se beneficia de que a miles y miles de hogares del país lleguen de manera gratuita televisores digitales más cerca de la elección del verano del próximo año?

¿Quién se beneficia de que no haya leyes secundarias?

En resumen: ¿quién se beneficia de que se mantenga el statu quo? 

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