Aunque normalmente andar por la calle es peligroso para el peatón por diversas razones (baches, aceras resbalosas, malos conductores, etc.), un reportaje de MILENIO NOVEDADES indica que las infracciones a automovilistas por parte de la Secretaría de Seguridad Pública se han disparado debido al uso del celular.

La cifra es alarmante, al grado de que se ha sancionado a más de 5,000 personas en Yucatán en el primer semestre de 2016 por manejar y estar mirando la pantalla o estar hablando por celular.

El uso de ese aparato mientras se conduce está prohibido desde junio de 2011, cuando se aprobó la reforma a la Ley de Transporte y su Reglamento de Tránsito y Vialidad, pero debo admitir que desconocía que incluso es un delito “checar” el smartphone al hacer alto ante las luces rojas del semáforo, y solamente está permitido cuando una persona se aparque correctamente al lado de una acera y apague el motor del vehículo.

Más alarmante es que la mayoría de las infracciones se cometen en el Periférico (donde normalmente se circula a velocidades superiores a los 80 kilómetros por hora y aparece una persona muerta casi cada dos días) y Mérida.

Pero a pesar de que las sanciones se han incrementado en los últimos años (han pasado de 1 a 5 salarios mínimos de multa, hasta los 19 a 25), el asunto es de seguridad nacional, ya que, según el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra), supera en el país a conducir en estado de ebriedad y a alta velocidad.

En el Hospital General del Xoco, centro de salud especializado en trauma, se llevaron al cabo mediciones que revelaron que, al viajar a 100 kilómetros por hora, distraer la atención durante cinco segundos para digitar un celular provocaría 140 metros (como una cuadra y media) de camino sin ver con atención.

Lo más seguro es que pronto haya una campaña por parte de las autoridades para informar sobre las tragedias que está provocando perder la atención al volante por ver el celular.