Términos mayas y religión

La iconografía religiosa, las prácticas de adoración y culto cristianos se impusieron al pueblo maya y se fueron matizando con ritos y conceptos mágico-religiosos prehispánicos.

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Con la invasión española a la península yucateca, se inicia un proceso no sólo de colonización, sino de reculturización. La iconografía religiosa, las prácticas de adoración y culto cristianos se impusieron al pueblo maya y se fueron matizando con ritos y conceptos mágico-religiosos prehispánicos.

Los criterios religiosos de los españoles calaron tan hondo en la mentalidad del pueblo que muchos términos, propios de los mayas, tuvieron que adaptarse o adjudicarse a Dios, los santos y los cultos y prácticas de la religión católica: Dios (yuum), santo (kili’ich), virgen (ki’ichpam ko’olel), pecado (k’ebam), sacerdote (yuum k’iin); son algunas voces que aún perviven entre la población maya peninsular. Otros se adaptaron a la fonética maya: misa (miisa); doctrina (doktrina); confesión (kóonfesar).

Al Dios católico se le llamó jajal Dios (Dios verdadero) o yuumil (señor); ki’ichkelem yuum es título otorgado a Jesucristo y literalmente quiere decir “hermoso señor” o “gallardo varón”. Por extensión ki’ichkelem, con la connotación de “santísimo”, se aplica a otros santos: Ki’ichkelem Niño de Atocha. En el maya yucateco ki’ichkelem se emplea para calificar al hombre bello, apuesto, atractivo, estético y lozano.

Del mismo modo se le denominó ki’ichpam ko’olebil a la Virgen María que textualmente significa “hermosa mujer o señora”. Por extensión, ki’ichpam se aplica a otras vírgenes que fueron traídas durante el periodo colonial.

Ki’ichpam se usa aún entre los mayas para describir a la mujer gallarda, gentil, bien vestida. A las vírgenes de la Iglesia Católica no se le otorgó el mote de suhuy (que alude a la virgen, cosa virginal): suhuy k’áax (monte virgen), suhuy pal (muchacha, doncella), suhuy kaab (miel virgen, la primera que sacan de la colmena).

Con la voz kili’ich se hizo referencia a la cosa santa, buena, sagrada, nombre reverencial para el santo evangelio (kili’ich evanhelio); cáliz sagrado (kili’ich kul); kili’ich ok óolal (santa fe).

Al pecado en general se le adjudicó el término k’eban (falta o mala acción en contra de la moral): taam k’eban (pecado mortal); sáal k’ebam (pecado venial); talam k’ebam (pecado grave); xma’ k’eban (sin pecado).

A los párrocos o sacerdotes se les conoció hasta hace unas décadas como yuum k’iin o ah k’iin, clérigo de misa, presbítero. Otras fuentes los designan ah k’iin ts’ul (de ah, masculino, k’iin, sol y ts’uul, forastero, extranjero).

Según don Alfredo Barrera Vásquez, entre los antiguos mayas Ah k’iin se llamaba a los sacerdotes del culto solar: Ah k’iin chilam balam. El ah k’ayom es el cantor u oficial eclesiástico que asistía al sacerdote en misa.

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