¿Tienes lealtad en tu matrimonio?

No olvidemos a nuestra pareja ni dejemos de enamorarla día a día, no dejemos que muera el amor en nuestro matrimonio, no permitamos que la indiferencia y la rutina arruinen ese cariño y afecto.

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“Nunca construyas una muralla hasta saber qué es lo que estás encerrando y que estás dejando afuera”. Buena es la frase para ver si el día de hoy estás viviendo o estás conviviendo con tu pareja, cosa que no es lo mismo. Tal vez estás encerrado en tu egoísmo y eso sólo te ha dado vacuidad y una soledad aplastante. Ha dicho Thoreau: “La mayoría de los hombres viven vidas de callada desesperación”, y me gustaría preguntar: ¿Cuántos matrimonios viven vidas de callada infelicidad?.

Muchas personas dicen que en su matrimonio son fieles y felices de hecho lo son, pero desde el punto de vista físico exclusivamente; sin embargo carecen de esa virtud maravillosa que es la lealtad. Ser leales implica brindar nuestro apoyo total a la pareja. Nuestra pareja debe saber y sentir que cuenta con su cónyuge, en “las duras y en las malas”, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, en las tristezas y en las alegrías y muchas personas fieles....no son nada leales.

Una pareja leal es aquella que es nuestro confidente, y le tenemos confianza. Sabemos que esta ahí cuando lo necesitamos y comparte con nosotros nuestros logros, triunfos y decepciones o temporales derrotas. Cuántos hombres se quejan que están casados con una esposa que les es fiel, pero no se interesan en nada del trabajo de su esposo. Ingenieros que su esposa nunca va a ver sus obras. Secretarias que su esposo jamás le pregunta de su trabajo. Médicos cuya pareja no le importa saber de sus pacientes. Maestras que su pareja sólo se preocupa en que cobre su cheque. Un esposo que se divorció porque  “todo el mundo valora lo que hace menos su mujer”.

Cuantos hombres devalúan y minimizan la dignidad de su mujer,  se burlan de sus intereses o no le dan importancia a su trabajo o a sus estudios. Ser leal es estar siempre entregado, es estar siempre dispuesto a escuchar y a compartir los intereses de nuestra pareja. Un matrimonio esta sustentado por la amistad mas íntima. La pareja debe de ser la amiga, la esposa, la amante, la compañera, pero no debe de dejar de ser nunca “la novia”. Eso será ser fieles y leales.

Cuando observemos que disfrutamos menos que nuestra pareja, y que las relaciones íntimas se espacían y se hacen monótonas y las cubre la rutina, debemos buscar el motivo de ese enfriamiento. Si buscamos encontraremos que hay detrás de esa indiferencia, hay algún resentimiento o algún factor que esta inhibiendo nuestra libido, ya que la pareja sana, que se ama, sentirá siempre satisfacción y gozo al unirse físicamente.

El disfrute de la sexualidad es el termómetro que indicará la salud emocional de la pareja. Lo más sano es hablar acerca de ello con esa confianza que caracteriza a los amigos íntimos. La sinceridad dentro del matrimonio es fundamental; sin embargo, no la confundamos con la falta de tacto o prudencia.

No olvidemos a nuestra pareja ni dejemos de enamorarla día a día, no dejemos que muera el amor en nuestro matrimonio, no permitamos que la indiferencia y la rutina arruinen ese cariño y afecto que hace años nos llevó al altar. Seamos fieles y practiquemos la lealtad. Buena es la frase de B. De Herreros: “No hay nada tan divino en el hombre, como su capacidad de amar, de ser fiel y leal a su pareja”.

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