A título comprado...
Es triste ver cómo se gasta el dinero en artistas extranjeros, dejando las migajas para los artistas locales...
Pues ya se acabaron los festejos de la comedera, mare tengo una rosca en la barriga, que hasta parece callo de andadera; es como una rosca, pero sin muñeco adentro. Ahora a esperar los tamales el 2 de febrero, pero antes la fiesta continúa en la celebración a nuestra Mérida, la muy noble y muy leal: Mérida hermosa ciudad que soñé, toma en mi canto, todo mi querer. Hermosas palabras que se dice en una canción; esos eran poemas, no como las porquerías que suenan ahora, y le llaman reguetón.
Resulta que hablando de cosas modernas, el Cuarto Informe del gobernador Rolando Zapata ya no lo va a realizar mediante una concentración de gente; decidieron hacerlo en las redes, con el tema del ahorro, para no gastar en todo el despliegue de publicidad con la utilización de espectaculares y demás; por tal motivo, lo van a realizar por medio de las redes.
Me llaman la atención dos cosas: por un lado, es bueno todo lo que se haga para ahorrar recursos, pero, por otro lado, ¿cómo se va a enterar la gente que no tiene acceso a las redes, ya sea por no tener el recurso o simplemente porque no les interesa ese mundo tan variante? La pregunta es: ¿cómo se enterarán?
De lo que sí nos enteramos es de las actividades que se van a realizar con motivo del Mérida Fest, y vemos el gran derroche que se gasta en espectáculos de fuera, como el del circo al cual se les contrataron 7 funciones. ¿Y los artistas locales, qué? Y viene junto con pegado, con el título de Mérida, Capital Americana de la Cultura, título que compra el Ayuntamiento de Mérida por segunda ocasión, porque la primera fue con Xavier Abreu, que casualmente está hoy en el municipio.
Es triste ver cómo se gasta el dinero en artistas extranjeros, dejando las migajas para los artistas locales, pero es bien sabido que las administraciones azules siempre se han caracterizado por ese elitismo; claro que el Ficmaya no se queda atrás, pero pues a disfrutar de los eventos que traigan, porque a título comprado no se le ve el colmillo, masinó.