El año pasado una amiga me invitó a ser co-conductora en su programa de radio matutino. A veces breve otras no tanto, mi sección consistía básicamente en hablar de literatura y recomendar libros. Esa era la primera vez que estaba frente a un micrófono al aire para decir lo que yo quisiera. Fue una grata y enriquecedora experiencia, pero sobre todo, cada programa fue aleccionador porque me hacía más consciente de lo importante que es hablar correctamente. 

Aunque el programa radiofónico era transmitido en vivo, en algunas ocasiones escuché las grabaciones y gracias a mis errores, muletillas y otras palabritas me daba cuenta de que a veces no hablamos tan bien como creemos. 

En la escuela no siempre nos enseñan a exponer con claridad y seguridad nuestras ideas. Terror para muchos era tener que ponerse de pie frente al resto de la clase para exponer un tema; no había opción, debíamos hacerlo aunque no supiéramos cómo. 

“Yo estaba buscando una oferta seria en cursos de oratoria aquí en Mérida, pero nada me convencía”, me dice mi joven amigo líder de Toastmasters Yucatán, una agrupación internacional sin fines de lucro de comunicación y liderazgo.

Su inquietud lo llevó a este club del que hoy es presidente, y que ha llegado a abrir  espacios para más personas que practican habilidades de comunicación verbal. 

El organismo fue fundado en los años veinte, y a lo largo del tiempo se ha extendido a los cinco continentes. En Mérida tiene presencia desde 2012, y los miércoles de algunas fechas sesionan. En las sesiones se cuenta con algún invitado especial con la trayectoria y experiencia suficiente para enriquecer aún más los encuentros. 

El gran valor de Toastmasters es el crecimiento que deja en quienes ahí participan, hombres y mujeres de distintos ámbitos que desarrollan el pensamiento rápido y crítico. También les ayuda a mejorar el lenguaje corporal, la dicción, la confianza y la seguridad en un ambiente de retroalimentación y respeto. 

Siempre se agradecerá y será un deleite escuchar hablar a una persona con fluidez, elocuencia, con un tono agradable y con las pausas adecuadas al expresarse. 

Saber comunicar efectivamente no es una habilidad que sólo tengan que perfeccionar  quienes están en el ojo mediático.

Expresarnos correctamente refleja nuestro grado de cultura y educación. Por eso, si esto le despierta interés, puede contactar a los Toastmasters a través de redes sociales. Son un club abierto y gratuito. Vamos, y veamos qué pasa.
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