¿Todo tiene que salir mal?

¿Fue por tontos o por malos que no lograron, los señores constructores, terminar su faena como Dios manda?.

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La tal Estela de Luz —un monumento que, más allá de cualquier otra posible consideración, exhibe de manera flagrante la cortedad de miras, la total ausencia de grandeza (esa grandeur, justamente, consustancial a la idea que tiene de sí misma, por ejemplo, una nación como Francia y que es debidamente cultivada por sus hombres de Estado), la mezquindad y la irremediablemente medianía de unos responsables políticos que pasaron de noche por el Bicentenario de México y que no pudieron, a diferencia de un Porfirio Díaz que llenó el territorio nacional de hermosas edificaciones conmemorativas, dejarle a la posteridad otra cosa que ese andamio miserable—, la mentada Estela de Luz, repito, fue pretexto para raterías y dispendios inexplicables, por no hablar del incumplimiento, colosalmente embarazoso, de no poderla siquiera terminar a tiempo para las celebraciones.

Muy bien, ¿y qué es entonces la Línea 12 del Metro de la capital de todos los mexicanos? Naturalmente, la obra no tenía aspiraciones de trascender como una seña de identidad ni nada parecido; simplemente, debía transportar a los sufridos habitantes de una ciudad muy caótica. Pero, ¿sirvió también de subterfugio para corruptelas o es meramente una demostración, otra más, de lo incapaces que somos? En otras palabras, ¿fue por tontos o por malos que no lograron, los señores constructores, terminar su faena como Dios manda?

En el primer caso, el pueblo mexicano señala directamente al antiguo Presidente de la República como primerísimo responsable de lo que, con ese ingenio que le sirve de efímero consuelo, califica de “Estafa de Luz”. Pues ahora los índices acusadores designan a Marcelo Ebrard como uno más de esos gobernantes nuestros a los que no les puedes ni proponer que realicen una obra pública porque el resultado que te entregarán será una morrocotuda chapuza.

¿Qué pasó? Vaya usted a saber. El caso es que el servicio de los trenes se ha suspendido en la mayoría de las estaciones. La construcción fue certificada, en su momento, por consorcios internacionales. ¿Cuándo fue que se descertificó, junto con todo lo demás que se hace en este país?

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