¡Toma, chango, tu banana!
Al insultar a Ronaldinho el ex secretario panista creyó recuperar la notoriedad perdida y sería una cortina de humo para las barrabasadas de su partido.
Es lo que muchos defensores del hashtag #TodosSomosSimios suponen que pensó para sus oscuros adentros el ex funcionario queretano, del que ya nadie se acordaba, cuando le dijo simio a Ronaldinho a su llegada a Gallos Blancos, cuyo escandaloso pasado oceanográfico continúa persiguiéndolos. Pero no, a juzgar por la muy mediana estatura laboral de este ex secretario de Desarrollo Social, como que quiso creer que con su mala copia del affaire Balotelli podía ganar algo de la notoriedad perdida (desprovisto de hueso y sus prebendas, un mexicano puede sentirse francamente extraviado) y de paso conformar ciertas cortinas de grueso humo para tapar la serie de barrabasadas que su partido ha estado protagonizando.
Es muy probable que con tal de desviar los reflectores hacia la defensa purulenta que Madero está haciendo del padrote Padrés (cuando quieres hacer pasar un claro agandallamiento acuífero y un acto que no lo hace muy distinto de sus míticos homólogos como Moreira, Granier, Reinoso Femat, el góber precioso y toda esa zoología fantástica adicta a la plenitud del pinchi poder), don Carlos Manuel Treviño armó un numerazo de tales dimensiones que ha tomado tintes cursis que han despertado los apetitos de los profesionales de la indignación políticamente correcta. Esos a los que solo les falta sacar una pancarta que diga: “Ya nos achangaron, no nos volverán a mandar a la changada”.
Por supuesto, no se puede obviar que las intenciones del blanquiazul incluían la peregrina idea de tapar el logro tricolor de entregar 6 millones de firmas que avalan la intención priista de darle en la torre a los legisladores plurinominales. Seis millones de firmas que, con toda seguridad, porque ya son otros tiempos, no fueron obtenidas ni por medio del clásico acarreo, de la obligatoriedad sindical o laboral, que fueron producto de la espontaneidad.
No debe nunca ponerse en tela de juicio las intenciones del PRIcámbricotemprano. Desaparecer pluris no es una artimaña de tintes electoreros, sino la demostración de sus genuinos intereses por el abaratamiento de la democracia nacional.
Como sea, Treviño ya ofreció disculpas y hasta prometió arrodillarse ante el delantero brasileño que, supongo, preferirá que su exégeta pague sus culpas encerrándose con la consejera electoral del DF, Noemí Luján, quien se puso peor que #LadyChiles y Lucerito juntas porque tuvo que trabajar el 15 de septiembre.
¡Toma, chango, tu banana!
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