Tranquilos, no va a ganar Trump

Mi percepción de Trump como presidente es mucho menos apocalíptica de lo que se dice...

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Mi percepción de Trump como presidente es mucho menos apocalíptica de lo que se dice. Creo que los Estados Unidos más que una nación es un gran Sistema de Convivencia Social, quién sabe, hasta chance se le cambie el nombre por “Estamos Unidos” algún día, por lo que creo que saliera presidente el mismo sistema de convivencia lo haría moderarse y le pondría trabas. La convivencia de personas y grupos de diferente orientación política, religiosa y de tono personal es indudablemente el resultado del diálogo y sobre todo de la negociación. Hay un refrán que dice que “no hay negociación exitosa sin que ambas partes sientan que han perdido algo”, es decir: si no cedes no vas a lograr nada; y Trump no cede ni un milímetro.

La elección primaria del Partido Republicano la ganó Trump por su extraordinaria dote de “Showman”, habla con gritos, muecas y manoteos, lo miras porque lo miras. No importa lo que diga, el hecho es que en tiempos de tormenta (estos lo son, sin duda), todos preferiríamos a un hombre fuerte que no se toca el corazón para tomar las decisiones correctas sin miramientos a una persona pacífica y pausada que puede limpiarse los lentes en medio de un tiroteo y Trump ha hecho todo su gran show para demostrar que él es un pistolero de sangre fría y violento. La gente común y trabajadora de lo que se forma la mayor parte del entramado social tiene como denominador común su admiración por personas de gran éxito o “self made” como lo es Trump. Desconfían de los políticos y ven como regla general mucho más útil tirarle una bomba a una ciudad que sentarse durante seis horas a negociar (hay veces que, en efecto hay que tirarle la bomba, por cierto).

Una cosa es lo que el electorado vea en Trump y otra es hacer política en serio y entrar a la Casa Blanca es cosa seria y muy política. No se termina siendo presidente de los Estados Unidos con gritos, sino con conciliación y arreglos. Ese es el gran tamiz que hace que no cualquier tonto llegue ahí. No hay manera de hacerlo si no tienes a absolutamente todo tu partido apoyándote y sin hacer arreglos y pactos con mucha gente. Trump no pacta, grita, ofende y da la espalda. Ser presidente no sólo es controlar un ejército, también es conciliar adversarios, hacer de juez de paz y calmar aguas. Esa es la única manera en la que se evita es desmoronamiento de una nación en huelgas, sabotajes y conflictos. Sólo en el tema laboral la cantidad de pactos y cabildeos con sindicatos y bloques industriales son infinitos. Los negocios de Trump no le han dado el tino de lidiar con eso con cabeza fría.

Ya empiezan las deserciones dentro del propio Partido Republicano, al que desafortunadamente siempre vemos como el gran villano de este lado pero muchos desconocen que fue el partido que abolió la esclavitud y mucho más recientemente fue el que hizo ilegal el racismo. Trump es un estigma para el partido y ellos lo saben.

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