En el año de 1998 recibió el Premio Nobel de Literatura. Desempeñó diversos oficios, fue mecánico, fue editor. En el año de 1947 publicó su primera novela, Tierra de pecado. Recibió premios literarios y doctorados honoris causa. Alcanzó la fama con su novela Memorial del convento, publicada en 1982. Falleció en el año de 2010.

José Saramago, el nombre de nuestro autor (como quizá ya has imaginado), entrelazó sus viajes y sus escritos, su Portugal y su España, su compromiso como ser político y como ser humano.

La Academia Sueca ha dicho de sus cualidades literarias: “Volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía”.

Recordemos parte de su obra: La balsa de piedra (1986), Historia del cerco de Lisboa (1989), El Evangelio según Jesucristo (1991), Casi un objeto (1994), Viaje a Portugal (1995), Ensayo sobre la ceguera (1996), Todos los nombres (1998), La caverna (2000), El hombre duplicado (2003), Ensayo sobre la lucidez (2004), Las intermitencias de la muerte (2005).

Escojamos uno de sus escritos, El cuento de la isla desconocida. Leemos la edición del año 2006, realizada por Punto de Lectura, e impresa en España. La obra ha sido traducida por Pilar del Río. La edición cuenta con ilustraciones de Manuel Estrada.

Los editores nos comparten que este cuento es en realidad una fábula del hombre moderno; cuyo relato ha partido de un suceso histórico. El hombre moderno se nos define como sometido a la burocracia, el poder, la arbitrariedad, el desprecio. El suceso histórico se nos define como la intención de un noble portugués, de ser autorizado por su rey para hacer uso de una sus carabelas en la búsqueda de la isla desconocida. Igualmente se nos dice que el protagonista sabe que, para encontrar su identidad, su vida debe transcurrir entre la realidad y el sueño.

¿Nos unimos a la búsqueda?