En una  conferencia un joven universitario me preguntó sobre la manera de llegar a ser el primero en algo. Durante la charla, en múltiples ocasiones,  incité a los oyentes a dejar el statu quo y les advertí que para poder trascender era necesario realizar cualquier proyecto que fuera novedoso. La historia se cincela y rubrica con la obra prima. 

Esto obviamente es un comentario que seguramente han escuchado. Durante mi maestría en administración pública, un educando dejó tal impacto que me propuse lograrlo. La tarea no es fácil, ya que tienes que conocer tus aptitudes, resultado de la genética, fomentarlas, cultivarlas y alimentarlas  con el conocimiento. Camino muchas veces tortuoso,  que habremos de recorrer para alcanzar una meta trazada.

Teniendo como padre a un maestro y locutor, incursioné en el micrófono cuando apenas alcanzaba la década. La preparación me llevó a obtener mi título de locutor con sólo tres lustros de existencia. Mi pasión atrajo gente que creyó y me dio la oportunidad de iniciarme en la radio a finales de los  setentas. Luego de un “impasse” para estudiar la carrera de Medicina, a finales de los noventa, nuevamente esa inclinación por la locución hizo presa de un servidor. En este momento me hice la pregunta: ¿qué tengo que hacer para ser el primero en un terreno donde voces de grandes del ayer y hoy del micrófono por mucho superan la mía?

Es ese el momento en que decido que la comunicación  social en salud era un terreno no incursionado en nuestro Estado y podría ser la ventana que iluminara el camino de lo novedoso y útil para la sociedad. Pero no bastan las ganas y la preparación, se necesita de gente que crea en el proyecto y decida brindar el medio para construir el camino.

Pocos fueron quienes creyeron en que la información veraz, oportuna y libre de intereses mercantilistas era el trayecto a seguir para alcanzar una sociedad más sensible y conocedora cuando de salud hablamos. Medios de comunicación como Milenio Novedades, De Peso, Canal 2 (Sipse) y Canal 13, junto con destacados personajes en radio y televisión, en su momento me tendieron la mano. Lo demás es historia. Hoy somos tres veces “Premio Nacional de Locución”. ¡Hemos sido el primero en algo!… Misión cumplida, mas no terminada.

Amable lector, si cada uno de nosotros pusiéramos nuestro granito de arena, seguiríamos los pasos de muchos grandes.  Hago propicio el momento para agradecer a ustedes su paciencia, críticas, consejos y flama incandescente que enciende mi deseo de seguir adelante.